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'Puenting', leones y arcoíris: así está siendo la luna de miel de Tamara Falcó e Íñigo Onieva

El matrimonio, que ha cambiado de destino, ha aprovechado para sacar su lado más aventurero y romántico

Estas son las primeras imágenes de la luna de miel de Tamara Falcó e Iñigo Onieva

Tamara Falcó e Iñigo Onieva durante su luna de miel en Zambia redes

José Luis Gil

Madrid

Tamara Falcó e Íñigo Onieva siguen mostrando su amor por tierras africanas. El reciente matrimonio lleva casi un mes de luna de miel, que ya les ha dejado momentos inolvidables. La pareja ha mostrado en redes lo mucho que están disfrutando de ese extenso viaje que no les dejará volver a su rutina hasta septiembre.

Comenzaron su recorrido en Ciudad del Cabo, donde se alojaron en un hotel de lujo y realizaron una especial excursión en barco, en la que el tiempo meteorológico no les favoreció. Hace un poco más de una semana la marquesa de Griñón mostraba el parque nacional de Kruger, todavía en Sudáfrica. Pero los enamorados han tenido también una parada en las Cataratas Victorias, uno de los rincones más preciados de Zambia.

Ha sido también en el país donde han presenciado una pelea de monos, han contemplado un precioso arcoíris y hasta han posado con una pareja de leones que lucían tan unidos como ellos. El recorrido que están realizando por la naturaleza de África está sacando el lado más romántico de los casados, que posan dándose un beso para compartir la instantánea con sus seguidores.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva disfrutando de un arcoíris en las Cataratas Victoria redes

Onieva más aventurero que nunca

El empresario se ha lanzado, nunca mejor dicho, a vivir una experiencia a la que solo los valientes se atreven. Onieva ha realizado 'puenting' por el puente de las Cataratas Victoria, que cuenta con una altura de 128 metros, que acaba en el río Zambezi. La diseñadora no se ha atrevido a dar el paso y ella ha preferido verle desde la barrera, sin pasar miedo. A lo que sí se atrevió fue al paseo en helicóptero que pudieron disfrutar juntos.

En la publicación de Instagram se puede ver cómo el joven de 33 años intenta controlar el miedo y los nervios del momento. Contaba con mucha seguridad, ya que llevaba un arnés y unas cuerdas que le sostenían, lo cual es necesario para la práctica de esta actividad. Finalmente, Onieva saltó al vacío, pero necesitó el ánimo de un empleado que le ayudó a calmarse. Todavía queda mucho viaje nupcial por ver... ¿Con qué aventura nos sorprenderá la pareja la próxima vez?

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