El Príncipe Simeón de Bulgaria, hijo de Kitín y Kalina de Bulgaria, nuevo monje Shaolin en China
En plena avalancha de proyectos, ha asegura a ¡Hola! que en el futuro quiere ser «un Boina Verde del Mando de Operaciones Especiales»
«El Ejército es parte de nuestra vida y de la de nuestros antepasados», ha recordado con emoción
Así es Simeón Hassan, el hijo de Kalina de Bulgaria que cumple 18 años: de su afición por el deporte a su vida alrededor del mundo

«He sido aceptado por los monjes Shaolin y viviré con ellos en el templo». Lo ha dicho el príncipe Simeón de Bulgaria a la revista ‹¡Hola!› coincidiendo con la mayoría de edad recién adquirida. Y está lleno de planes. Así, ha confirmado que en un futuro quiere ser «un Boina Verde del Mando de Operaciones Especiales» porque «el Ejército es parte de nuestra vida y de la de nuestros antepasados».
El hijo de Kalina de Bulgaria ya tiene 18 años y, según se aprecia, está cargadito de proyectos. «Iré a la provincia de Henan, China, para seguir practicando kung-fu con los mejores, siguiendo una filosofía espartana de la vida», ha anunciado.
Tan sorprendente revelación merecía más detalles, y así los ha desvelado: «He sido aceptado por los monjes Shaolin y viviré con ellos en el templo, que está al pie de la montaña Shaoshi y forma parte de la lista del patrimonio cultural de la UNESCO. Su historia se remonta a unos 1.500 años y ha fascinado al mundo durante siglos». También a él, se ve. «Todos los monjes Shaolin son maestros del kung-fu, la madre de las artes marciales, y quiero aprender de ellos», ha justificado.
Un espíritu aventurero heredado
El espíritu aventurero le viene de sangre. La familia estuvo viviendo 15 años en Marruecos y nueve meses en Madrid antes de instalarse en Sofía en 2021. Su padre, Kitín Muñoz, es navegante, humanista y explorador, y quiere hacerse a la mar el próximo año con una balsa de juncos para realizar una gran travesía transoceánica siguiendo su ensayo de arqueología experimental de navegación primitiva.
Simeón de Bulgaria ha heredado la pasión por el deporte y es conocida su destreza en diferentes disciplinas, y especialmente en las artes marciales. Es un alumno aplicado, le gusta tocar el piano y el bajo, y su corta edad habla hasta cinco idiomas: español, inglés, francés, árabe y búlgaro. En casa se habla este último idioma, pero «cuando estamos con los primos y tíos, hablamos en español», ha dicho a ‹¡Hola!›.
¿Y cuáles son sus proyectos más inminentes? El hijo de Kalina de Bulgaria los resume así: «El plan más inmediato, cuando acabe el curso, es sacarme el carné de conducir. Y después, pasaré el verano entre Cantabria, Miraflores de la Sierra (Madrid) y Alicante. El año pasado hice un curso de vela que me gustó muchísimo y este año quiero seguir estudiando navegación a vela en el Cantábrico».
Las pruebas de acceso a Boina Verde
En el horizonte también está regresar al Campamento de Orientación Militar Don Pelayo. «Es una experiencia castrense cercana a la realidad, con mandos de Operaciones Especiales. La idea es seguir formándome para entrar en el ejército», asegura antes de recordar que el fin último es prepararse «física y psicológicamente para las pruebas de acceso a los Boinas Verdes». Y ya sabe que no será nada fácil: «Son muy duras. Entran treinta de cada cien».
Simeón de Bulgaria tiene claro que su vida pasa por el ejército, pues «es parte de nuestra vida y de la de nuestros antepasados», según ha recordado con emoción. «Me hace mucha ilusión formarme en España, un país del que me gusta todo y en el que, además de mi familia, también tengo buenos amigos». Su idea es empezar en 2027.
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