El desprecio de los Windsor ante la llegada de Harry a Londres, arropado por la familia de Lady Di

Ivannia Salazar

Londres

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09/05/2024
Actualizado a las 14:39h.

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La esperanza de quienes creían que los diagnósticos de cáncer del Rey Carlos III y de Kate Midlleton iban a ayudar a limar las asperezas con el Príncipe Harry parece haberse desvanecido, después de que el hijo menor del monarca llegara al Reino Unido esta semana pero sólo para atender compromisos laborales. Y es que Harry, que se desplazó hasta Londres desde su hogar en California, donde vive con su esposa Meghan Markle y sus dos hijos, para participar el miércoles en un servicio en la Catedral de San Pablo, no vio ni siquiera a su padre enfermo, ya que según un portavoz del duque, en la apretada agenda del Rey no había espacio para un encuentro entre ambos.

«En respuesta a las muchas consultas y continuas especulaciones sobre si el duque se reunirá o no con su padre mientras esté en el Reino Unido esta semana, desafortunadamente no será posible debido al programa completo de Su Majestad», declaró el martes un portavoz, que añadió que «el duque, por supuesto, comprende la agenda de compromisos de su padre y otras prioridades, y espera verlo pronto».

Cabe recordar que la última vez que se vieron fue el pasado febrero, cuando el monarca anunció que padece cáncer y entonces Harry tomó un vuelo para visitarlo en Londres. El soberano, no obstante, le dedicó sólo 45 minutos de su tiempo, y horas después Harry regresaba a los Estados Unidos.

El Príncipe habló en el evento marcado para conmemorar el décimo aniversario de los Juegos Invictus, la competencia deportiva para hombres y mujeres del servicio militar lesionados que él fundó.

A pesar de que ningún miembro de la Familia Real británica se personó en el acto, Harry recibió el apoyo de otras personas muy cercanas a él como David Sherbourne, el abogado que le representa en su guerra contra la prensa británica; Mark Dyer, quien fuera su tutor en su juventud, y a quien Harry considera un segundo padre; Ed Lane Fox, su exsecretario oficial cuando formaba parte de La Firma; y el primer ministro británico, Rishi Sunak. Aunque sin duda la presencia que más ha llamado la atención ha sido la de sus tíos maternos, Earl Spencer y lady Jane Fellowes, hermanos de la difunta Diana de Gales, además de sus primos George McCorquodale, Ned Spencer y Louis Spencer.

Un desprecio por parte de los Windsor que no ha pasado desapercibido y que ha generado mucha más tensión al saberse que toda su familia paterna se encontraba muy cerca de donde se celebraba el acto de Harry celebrando la tradicional fiesta del jardín en el palacio de Buckingham, donde los Reyes Carlos y Camila ejercieron como anfitriones por segundo año consecutivo. Un evento al que acudieron numerosos miembros de la familia como los duques de Edimburgo, la Princesa Ana o los duques de Gloucester, entre otros.

A la salida de la catedral, una multitud se congregó para saludarlo, tomarle fotos, darle la mano y gritarle mensajes de apoyo, en un momento de soledad evidente, ya que su esposa no quiso acompañarlo, y su padre y su hermano Guillermo, heredero al trono, no quisieron recibirlo. Antes, dentro del recinto religioso, hizo dos lecturas que algunos ven como mensajes cifrados: la primera fue de los Corintios en la que se remarca que las diferentes personas tienen diferentes dones y fortalezas, mientras que la segunda, de Isaías, habla de la necesidad de dejar de señalar con el dedo y hablar mal de otros.

Dicen quienes le conocen que es probable que también esté especialmente dolido por no poder ver a Catalina, con quien en el pasado tuvo una excelente relación y de quien decía que era «más una hermana que una cuñada». Es la «hermana que nunca tuve y que siempre quise», confesó también en sus memorias. Aunque Kate Middleton se unió oficialmente a la Familia Real en el 2011 tras su matrimonio con el Príncipe Guillermo, su vínculo con Harry era anterior a eso: la pareja se hizo muy amiga durante los años en que Kate y Guillermo fueron novios.

Pero en los últimos años la relación se fracturó profundamente. «Guillermo ya tiene suficientes cosas encima y no necesita estrés. Pero podría darse cuenta de que Harry querrá ver a Kate después de su diagnóstico de cáncer, ya que alguna vez fueron muy cercanos. Queda por ver si Kate está dispuesta y es capaz de enfrentar esta situación. ¿Tiene la energía para empezar a tratar de sanar la brecha entre los hermanos o preferirá permanecer en un segundo plano?», declaró a 'The Mirror' la experta real Ingrid Seward, quien añadió que «si el Rey se lo pide, ella lo hará, pero Carlos, siendo el alma sensible y comprensiva que es, difícilmente pediría tal favor a su adorada nuera. El momento debe ser el adecuado, y no es el adecuado ahora».

Tras su corto paso por la capital británica, Harry viajará a Nigeria, donde se encontrará con su esposa para una visita conjunta tras la invitación por parte del jefe del Estado Mayor de la Defensa del país africano, después de que se conocieran en los Juegos Invictus celebrados el año pasado en Alemania.