El Príncipe Guillermo y Tom Parker Bowles: historia de una profunda enemistad entre hermanastros
Las celebraciones navideñas destapan una serie de desencuentros entre el hijo de Carlos III y el del Camila
La prensa inglesa asegura que ambos se evitarán durante las próximas fiestas porque no se aguantan
Aumenta la preocupación con Carlos III: comunicado urgente tras cancelar un importante acto público
![Tom Parker Bowles, junto a su madre, la Reina Camila, en una imagen reciente.](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/gente/2024/11/03/principe-guillermo-tom-parker-bowles-enemistad-hermanastros-RX1phgRahmDHjqjj0bgYYpJ-1200x840@diario_abc.jpg)
No es ningún secreto que el Príncipe Guillermo no se habla con su hermano, el Príncipe Harry, y que respiró aliviado con la marcha de este último a California. Pero no sería el marido de Meghan Markle la única persona que incomodaría notablemente al hijo de Carlos III en el seno de la familia real. Porque la prensa inglesa airea ahora lo que antes era un secreto a voces: tampoco aguanta a Tom Parker Bowles, el hijo de la reina Camila. Y el sentimiento sería recíproco.
El 'Daily Beast' ha entrado de lleno en el asunto esta semana al apuntar que las festividades navideñas de la realeza podrían complicarse un poco si por allí aparece otro de los hermanos de la realeza, un tipo que generalmente permanece más oculto que Harry y no es otro que Tom Parker Bowles.
Fuentes próximas a la Casa Real británicas compartieron con esta publicación que si la reina Camilla invita a su hijo, Guillermo y su familia se saltarán la gran fiesta en Sandringham. «Los Gales a menudo no han asistido al almuerzo del día de Navidad en la gran casa de Sandringham, prefiriendo la informalidad de un almuerzo relajado en Anmer Hall, y es poco probable que asistan este año, especialmente si la reina Camila vuelve a invitar a su hijo Tom Parker Bowles», aseguró el medio.
Dos formas de ver la vida
¿Y por qué razón se ausentarían Guillermo y su esposa, Kate Middleton, de un evento tan señalado. La respuesta que ofrece 'Daily Beast' es la siguiente: «A Guillermo no le gusta mucho Camila a pesar de haber hecho las paces para apoyar las decisiones de su padre, y le pone nervioso el estilo de vida un tanto libertino de Tom».
Las mismas fuentes dicen que Guillermo siempre ha mostrado mucho más partidario de acompañar a su mujer en la idea de una Navidad «mucho más normal» en familia y han apuntado que lo que se prepara en Sandingham es pura «rivalidad» entre hermanastros.
Cabe recordar que en su día Tom Parker Bowles declaró que a 'People' que nunca ha sido invitado a la fiesta navideña de la realeza. «Eso no quiere decir que yo y los niños pasemos [tiempo] corriendo por palacio. Pero tengo mi propio trabajo y los niños tienen escuela. Todavía no he ido a Navidad por varias razones», explicó.
La fuente de 'The Daily Beast' añade que los planes todavía están en el aire para la familia y señalaron que incluso los miembros de la familia «no están muy seguros de lo que está pasando». Por supuesto, con Carlos III todavía lidiando con sus tratamientos contra el cáncer, gran parte de la agenda permanece en estado provisional.
«Será una Navidad más tranquila que el año pasado, pero la pregunta es: '¿Cómo de tranquila?'. Por lo general, todos sabrían a qué eventos están invitados a estas alturas. Este año es solo esperar y ver», agregaba el medio citado.
Caracteres irreconciliables
La cuestión es que son dos caracteres aparentemente irreconciliables. Harry tiene un profundo sentido institucional y acusadísimo sentido del decoro. Es muy estricto en sus normas y comportamientos, y exige lo máximo a los demás. Incluso en exceso, según ha señalado la prensa británica en muchas ocasiones. Su enemistad con su hermano Harry solo sería una muestra más.
En su forma de ver las cosas, Tom Parker Bowles tampoco encaja. A pesar de que hace años que ha asumido un perfil profundamente discreto, una mala fama precede al hijo de la reina por protagonizar ciertos pecados de juventud y poseer un carácter muy independiente, cosas que no casan con la Corona.
En su día, 'The Sunday Times' publicó un polémico reportaje en el que indicaba que el hijo mayor de la reina Camila ha estado batallando con sus problemas con las drogas desde que tenía 20 años, lo que tenía a su madre «destrozada» tras haber escuchado que su hijo era adicto a la cocaína. Esto sucedió en 1999, cuatro años después de que Tom fuera descubierto por la policía en posesión de éxtasis y marihuana. En ese momento, trabajaba en una empresa de relaciones públicas en el Festival de Cine de Cannes y durante una fiesta en Londres, a la que llegó «cansado y descuidado», reconoció que había consumido cocaína.
Ahora es un crítico gastronómico reputado y es precisamente la cocina un profundo nexo de unión con Carlos III, amante también de los buenos platos. Es una de las razones, aparte de Camila, por las que se lleva tan bien con el actual monarca. Y quizá otra causa de roce con su hermanastro Harry.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete