Quién es la Princesa Ingrid Alexandra: ¿la salvación de la Corona noruega?

«Ha sido un año muy duro». Son palabras de la Princesa Mette-Marit admitiendo la depresión en la que vive sumida la monarquía noruega tras los últimos acontecimientos, principalmente el escándalo que rodea a su hijo Marius Borg. Entre tanta tristeza y mínimos históricos de popularidad aparece en el horizonte una pequeña luz, la que arroja la Princesa Ingrid Alexandra, a quien muchos ven como el futuro (¿la salvación?) de la Corona del país nórdico.

La Princesa Ingrid Alexandra es la nieta del rey noruego Harald V. Nacida el 21 de enero de 2004, les la hija mayor del Príncipe Heredero Haakon y la segunda hija de la Princesa Heredera Mette-Marit, lo que la convierte en segunda en la línea de sucesión al trono noruego detrás de su padre. Está destinada a convertirse en la segunda monarca del país en 600 años después de la Reina Margarita, que fue coronada como la primera reina de Noruega en el siglo XV.

Su abuelo, el rey Harald, cambió las leyes de sucesión antes de su nacimiento, lo que cambió por completo su destino. Se aseguró de que las mujeres tuvieran prevalencia sobre sus hermanos varones para convertirse en reinas si nacían primero.

¿Y quién es Ingrid Alexandra? Para empezar, una joven que ha hecho de la discreción y la naturalidad -algo no demasiado frecuente en la actual Corona noruega- una forma de alimentar su carisma. Es uno de los pocos rostros de la monarquía del país que no ha resultado manchado por los últimos escándalos.

Nacida en la capital de Noruega, Oslo, en el Hospital Universitario Rikshospitalet, asistió a un colegio de primaria estatal y más tarde se matriculó en la escuela privada Oslo International School con la idea de aprender a hablar inglés con fluidez. Sus padres reales querían que hablara inglés con fluidez.

El 17 de enero de 2024 comenzó su servicio militar de 12 meses como recluta en el Batallón de Ingenieros de la Brigada Norte, un paso decisivo en su formación como royal y que ahora está a punto de concluir. Cabe recordar que el servicio militar es obligatorio en Noruega y los ciudadanos noruegos deben servir desde los 19 hasta los 44 años.

La Princesa Ingrid Alexandra ha hablado más de una vez sobre su estrecho vínculo con su hermano mayor Marius Borg Høiby, a quien ha citado como un «modelo a seguir». «Así que, mientras la futura reina de Noruega se prepara para una vida bajo los focos algún día, es probable que los últimos meses hayan sido difíciles para ella, después de que su amado modelo a seguir, de 27 años, fuera arrestado en agosto por agresión y que ahora afronta múltiples cargos», destacaba recientemente el 'Daily Mail'.

No le ha venido nada mal a la Princesa Ingrid Alexandra salir de los aposentos reales y escapar del foco mediático para realizar su formación militar. Ha conseguido que esta circunstancia casi protocolaria la apartara de los flashes y del enorme impacto que ha generado todo lo ocurrido en relación a Marius Borg. Los medios advierten que será ella quien intente reconducir la imagen que se tiene actualmente de la institución.

No es tarea sencilla. Según apunta el medio 'Dagbladet' en base a una encuesta multitudinaria, la opinión de los noruegos sobre la Casa Real marca mínimos históricos en cuestiones afectivas. De las 1.042 personas encuestadas, a las que se le ha preguntado si su visión de la Familia Real y de la Monarquía ha cambiado durante el último año, el 45,1% responde a que les ven ahora de forma más negativa. La Princesa Ingrid Alexandra, al rescate.