Preocupación por la Princesa Mette-Marit tras cancelar su agenda a última hora
Entre su enfermedad y el caso judicial de su hijo, la princesa noruega enfrenta el momento más complicado de su vida, mientras su ausencia en actos oficiales genera inquietud
Kate Middleton y el Príncipe Guillermo se pronuncian sobre la situación de Marius Borg
La Princesa Mette-Marit de Noruega atraviesa uno de los periodos más complejos de su vida, marcado por problemas de salud y una crisis familiar que ha sacudido los cimientos de la monarquía noruega. La imputación de su hijo mayor, Marius Borg Høiby, en dos casos de violación, ha añadido un peso emocional considerable a la ya delicada situación de la esposa del Príncipe Haakon, quien desde 2018 enfrenta una batalla diaria contra la fibrosis pulmonar crónica.
En un comunicado reciente, la Casa Real confirmó que Mette-Marit ha reiniciado su tratamiento médico, un proceso que afecta significativamente su rutina oficial debido a los fuertes efectos secundarios de la medicación. Así se justificó su ausencia en un acto previsto en el cine Vega de Oslo, donde la princesa debía hacer una esperada reaparición pública. «La experiencia previa ha demostrado que la medicación puede provocar efectos secundarios que afectan su agenda oficial«, subrayó el escrito emitido por el Palacio Real.
La enfermedad que padece la princesa, una forma poco común de fibrosis pulmonar, implica la cicatrización progresiva del tejido pulmonar, reduciendo la capacidad respiratoria. Desde su diagnóstico, Mette-Marit ha reducido notablemente sus compromisos oficiales, lo que ha generado preocupación entre los ciudadanos noruegos por su estado de salud. No obstante, en las últimas semanas, su agenda sigue incluyendo eventos importantes, como la próxima entrega del Premio Nobel de la Paz, aunque no se ha confirmado su asistencia definitiva.
A este desafío de salud se suma el impacto del caso judicial de su hijo Marius, quien permanece en prisión preventiva desde el pasado 18 de noviembre por nuevas acusaciones. La situación legal de Marius ha generado controversia, sobre todo tras los rumores que vinculan a Mette-Marit con la posible desaparición de una tarjeta SIM clave para las investigaciones. Aunque la princesa ha optado por el silencio, su esposo Haakon sí se ha pronunciado públicamente, calificando las acusaciones contra su hijastro como «graves». En declaraciones recogidas por 'VG', expresó: «Como familia y como padres, hemos querido que Marius reciba ayuda... Es algo que damos mucha prioridad».
El rey Harald también abordó el escándalo de forma más velada durante una cena oficial, refiriéndose a los altibajos de su familia: «A veces la vida es simplemente muy difícil. Es algo que todos pueden experimentar, incluida nuestra familia». Estas palabras reflejan la postura de unidad del núcleo real ante una tormenta mediática que no cesa.
En medio de este difícil panorama, Mette-Marit no ha perdido oportunidad de compartir momentos con su familia. Su última aparición fue hace diez días, cuando visitó a su hija Ingrid Alexandra en una base militar, lo que permitió a madre e hija disfrutar de un breve respiro entre los tanques y la rutina militar.
La princesa Mette-Marit, conocida por su franqueza respecto a su enfermedad, enfrenta no solo los retos físicos de su tratamiento, sino también el impacto emocional de un escándalo que ha puesto a prueba a la monarquía noruega. Entre las críticas públicas y el apoyo de sus seres queridos, la princesa se esfuerza por mantener la compostura en una de las etapas más críticas de su vida.
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