Norma Duval: «Tengo residencia en Suiza pero pagaré mi renta en España»

Terminó el año con una boda y lo empieza con una colección de zapatos de tacón. Norma Duval seguirá con su apellido de soltera pero más unida que nunca a su esposo Matthias Kuhn con quien reside en Gstaad.

—Siempre la he visto subida a sus tacones pero no sabía que también los diseñaba.

—Llevo con este proyecto junto a la firma de calzado Mysoft tres años y llegamos al acuerdo de encargarme del diseño de los zapatos de tacón. Los planos para ellos. Adoro los tacones de siempre pero reconozco que he optado por un tacón más moderado, de confort, pero muy elegante. Yo sin mi tacón no soy nadie.

—¿Y las zapatillas de casa también con tacones?

—Sí, las tengo.

—Una vez la criticaron por acudir con tacones a la playa.

—Pues me da igual porque me encantan. En todas partes. En la playa o con vestidos de flamenca. Es verdad que ahora uso un tacón no tan alto porque también busco comodidad.

—¿Bajarse de los tacones es hacerse mayor o que ya no necesita impresionar a nadie?

—Es puro confort. Si me tengo que poner un taconazo sólo lo hago en ocasiones especiales.

—Viste blanca y radiante como el día de su sorprendente boda con Matthias Kuhn. ¿Qué hizo que dieran el paso de casarse?

—Llevamos trece años juntos y no ha sido antes porque tenía muchas otras cosas que hacer como ocuparme de mi madre, sacar adelante mis sobrinas… cosas familiares que hoy ya han evolucionado y por eso todo es diferente.

—¿Qué balance hace tras dos meses de casados?

—Mi balance es buenísimo. Estamos muy felices y encantados.

—Se ha convertido en la señora Kuhn.

—No he querido coger su apellido. Cambiarlo me suponía un jaleo enorme que me obligaba a tener que modificar todos mis documentos y papeles y aunque en Suiza te dan la opción de elegir yo he optado por seguir usando mi apellido.

—¿Y me explica qué necesidad tenía de casarse?

—En una relación llega un momento que te tienes que casar. Ya no tenemos 20 años ni tampoco 40 y sí una relación muy asentada y buena. Estamos mejor así. Somos dos personas maduras y hemos optado por darnos cada uno nuestro lugar. Matthias es mi marido y yo soy su mujer. Eso es todo.

—Antes de este paso vivieron una ruptura muy sonada que apuntaba a que no había marcha atrás. ¿La boda tuvo algo que ver?

—Esos temas son cosas íntimas que no comentamos. Lo que sí te aseguro es que nuestras crisis nunca han estado motivadas por terceras personas sino por problemas entre nosotros. Hoy por suerte tenemos todo muy claro y te aseguro que somos muy felices.

—¿Se quedará a vivir en Suiza?

—Tengo la residencia suiza desde hace un mes y eso me exige pasar más tiempo allí aunque ya te anuncio que haré mi declaración de la renta en España porque no quiero problemas pero ahora quiero estar mucho tiempo junto a Matthias.

—¿Cómo se organizará con su familia y sus propiedades en España?

—Voy vengo porque ir a Suiza es como ir a Barcelona. Seguiré compaginando mis cosas con mi nueva vida.

—¿Cómo va la venta de su casa de La Moraleja?

—No tengo ninguna prisa, es más, si ocurre dentro de más de un año pues mejor. Ahora paso muy poco tiempo en Madrid porque estoy más entre Mallorca y Suiza pero es mi hermano quien sigue en la casa que nunca se queda vacía. La que no está allí ahora soy yo porque mi residencia te repito es en Suiza.