Muere Peggy Caserta, la amante de Janis Joplin que faltó a su cita la noche que la cantante murió de sobredosis
Ha fallecido a los 84 años, dejando dos libros donde revela detalles de su relación íntima
La examante de Janis Joplin asegura que la artista no murió por una sobredosis
Peggy Caserta, amiga y amante esporádica de Janis Joplin desde 1966 hasta su muerte, ha fallecido a los 84 años «por causas naturales en su cabaña en el río Tillamook» en Orgeón, según ha informado el editor de sus libros, en los que revela detalles íntimos de su relación y ofrece una nueva perspectiva de la carrera de la artista
Caserta era vecina de Joplin en el área de Haight-Ashbury en San Francisco en plena explosión del movimiento hippie. «Los Grateful Dead vivían en el 710, yo en el 635 y Janis en el 634», escribió en 'I Ran Into Some Trouble'. «Yo había abierto mi ventana y ella estaba abriendo la suya al mismo tiempo. Ella se fijó en mí, sacó la cabeza por la ventana y me dijo: «Hola, cariño», con su inflexión sureña. Yo le contesté: «¡Hola! Ver y oír cantar a Janis esa misma noche, con Big Brother and the Holding Company, fue impactante y alucinante. Destrozó toda concepción de lo que era posible transmitir en el ámbito de la música y la vocalización. Eléctrico, elemental, primario y progresivo, el sonido de Janis gritaba desde las profundidades de la tierra cruda y caleidoscópico desde los confines del cosmos».
En su primer libro, 'Going Down With Janis', escrito en 1973 (tres años después de la muerte de la cantante) relata su amistad y posterior romance con la estrella del rock & roll, revelando que se acostaban y se drogaban juntas. Aunque después afirmaría que esas memorias fueron escritas por su coautor Dan Knapp, y que ella sólo contribuyó a dar una mala imagen de las dos por sus abusos de drogas. «Yo no escribí esa obscenidad sobre Janis», dijo a Rolling Stone en 2018. «Nunca hablaría así de nuestra estrecha relación. Pero perdí el control porque estaba colgada y tomaba decisiones horribles». Ese mismo año, dijo que solo pensar en el ibro le daban ganas de consumir drogas. «No voy a poner excusas por consumir, porque un drogadicto realmente no necesita excusas, pero cada vez que pensaba que podía desintoxicarme o intentaba hacerlo, pensaba en ese libro y lo único que quería era volver a adormecerme. No salió nada bueno de ello. Odio ese libro».
Sin embargo, el libro fue muy influyente en la comunidad LGBTQ por la forma en que describía la sexualidad de Joplin, a quien definía como bisexual. «Ella era divertida y franca y desinhibida. Siempre pensé que era bonita, pero la consideraban no bonita, y muchas mujeres pensaron: 'Yo también tengo una oportunidad'».
Fue casi cincuenta años después cuando Caserta intentó arreglar el entuerto con otro libro de memorias, 'I Ran into Some Trouble', publicado en 2018, donde aseguraba que Joplin no murió de una sobredosis de drogas en Los Ángeles en 1970, sino que se rompió la nariz con la mesilla de noche y se ahogó con su sangre. «Vi su pie asomando al final de la cama», dijo Caserta a Rolling Stones. «Estaba tumbada con cigarrillos en una mano y calderilla en la otra. Durante años esa imagen me preocupó. ¿Cómo pudo tener una sobredosis y luego salir al vestíbulo y volver andando? ... Lo dejé pasar durante años, pero siempre pensé: 'Aquí pasa algo'».
A pesar de su relación, Caserta dijo en 2018: «Nunca vi a Janis como una chica gay. Ella era heterosexual. Ella era salvaje. Yo soy gay, y vivía un estilo de vida gay incluso entonces. Lo mío era obvio. Tenía una novia, Kim, con la que estaba todo el tiempo, pero Janis nunca iba a hacer nada que sus padres no aprobaran, aparte de cantar». De hecho, en otra entrevista aseguró: «Nunca dije que fuéramos amantes, en el sentido lésbico. Nunca lo creí, ni lo quise. La adoraba. La amaba. Pero ser su amante era resignarse a ser invisible, y por mucho que a la gente le cueste entenderlo ahora, yo me creía tan genial como ella».
A Caserta siempre le persiguió la muerte de Janis. Se suponía que ella y el último novio de Joplin, Seth Morgan, iban a viajar a San Francisco para reunirse con Joplin en Los Ángeles, pero un malentendido hizo que ninguno acudiera a la cita de la noche del 3 de octubre de 1970 en el Hollywood Landmark Hotel de Los Ángeles, cerca del estudio de grabación Sunset Sound. Tras pasar la noche en el estudio trabajando en su último disco 'Pearl', Joplin regresó a su habitación del hotel, donde, sola, en la madrugada del 4 de octubre de 1970, se inyectó la dosis de heroína que se la llevó a los 27 años.
«Claro que me arrepiento», dijo al ser preguntada por el incidente. «Ojalá Seth hubiera estado allí esa última noche. O que yo hubiera estado allí. O que los dos hubiéramos estado allí. Ojalá [el traficante de heroína de Joplin] no hubiera entrado en el vestíbulo... Así que remordimientos, sí, por supuesto, los remordimientos que todos tenemos: que la perdimos. Algunos dicen: 'Oh, la perdimos tan joven'. Bueno, yo lamento haberla perdido. Pensé que seríamos amigos para siempre. Lamento no haber estado allí aquella noche cuando tropezó y se cayó. Podría haberla levantado».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete