Mohamed Al-Fayed, el empresario faraón que buscó el reconocimiento del 'establishment' inglés
La vida del magante egipcio estuvo rodeada de varias polémicas por sus adquisiones empresariales en Reino Unido donde llegó a tener un patrimonio de 2.000 millones de dólares
Luchó para que la muerte de su hijo Dodi y Diana de Gales no quedara impune
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Mohamed Al-Fayed en la sede del Fulham Football Club en 1997
El magnate egipcio Mohamed Al-Fayed ha muerto con la convicción de que el fallecimiento de su hijo Dodi y la princesa Diana de Gales no fue coincidencia. Según la versión oficial, Dodi Al-Fayed murió el 31 de agosto de 1997, junto a la princesa Diana de Gales en un accidente en París cuando su vehículo chocó al escapar de los los paparazzis. Pero el multimillonario Mohamed Al-Fayed sostuvo que el accidente estuvo orquestrado por «gente que no quería que estuvieran juntos», llegó a revelar que Dodi y Diana de Gales se comprometieron y, una hora antes, la princesa le llamó para decirle que estaba embarazada.
Desde entonces la vida de Mohamed Al-Fayed no ha sido igual después de quedarse devastado por la muerte de uno de sus hijos. Sin embargo, el magnate estaba acostumbrado a surcar las dificultades que le presentaba la vida, cuando su madre murió al dar a luz a su quinto hijo la situación económica familiar cambió por completo. Decidió salir a la calle a vender bebidas gaseosas y máquinas de coser por Alejandría para ayudar a su padre.
Su vida cambió cuando conoció en 1952 a Adnan Khashoggi, el hijo mayor de un ministro de Arabia Saudita. Al-Fayed llegó a un acuerdo con Khashoggi para convertirse en su representante importando muebles en el país asiático. Dos años más tarde, tras casarse con Samira, la hermana menor de Khashoggi, fue adoptado por la familia adinerada y comenzó a forjarse su propio presente lejos de su familia en Egipto. Tres años más tarde, en 1955, nació su primer hijo Dodi Al-Fayed.
Traslado a Reino Unido
Poco después del nacimiento de su primer hijo, Al-Fayed se separó de su mujer y abrió su propio negocio de transporte marítimo con el objetivo de prosperar, sin embargo eso no sucedió debido a las limitaciones sociales y económicas que tenía. Fue a Haití donde urdió un plan para hacerse con la administración del puerto del país y buscar petróleo. Consiguió un pasaporte diplomático haitiano que le facilitió los viajes internacionales, pero seis meses después tuvo que cerrar su empresa marítima.
Al no encontrar petróleo y no lograr modernizar el puerto, el empresario huyó a Londres con el fin de crear un imperio empresarial en Reino Unido y obtener el reconocimiento del 'establishment' inglés. Al-Fayed quería codearse con la alta sociedad británica y para ello creó un imperio empresarial en Reino Unido ganándose el apodo de 'faraón'. En los años ochenta saltó a la fama por buscar el control del grupo House of Fraser para que cuatro años más tarde comprara una participación. Un año después, en 1985, se hizo con el control de los míticos almacenes de Harrods por 713 millones de euros. Mohamed Al-Fayed llegó a instalar en Harrods una estatua conmemorativa de bronce de Diana y Dodi después de su muerte.
Mohamed Al-Fayed junto al monumento de su hijo Dodi y Diana de Gales
En 1997 compró el club Fulham FC consiguiendo que jugase en la Premier League inglesa. Como propietario del Fulham, erigió una enorme estatua de lentejuelas de Michael Jackson fuera del estadio, a pesar de que el cantante solo asistió a un partido. El patrimonio del magnate llegó a alcanzar 2.000 millones de dólares y a pesar de toda su fortuna su sueño de ser ciudadano británico se frustró. Sucesivos gobiernos conservadores y laboristas le negaron la nacionalidad porque consideraron que no reunía la «cualidad moral» requerida para hacerse británico. «¿Se puede saber por qué no me dan el pasaporte británico? Soy el dueño de Harrods y empleo a miles de empleados en este país», protestó Al-Fayed.
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