Megan Fox confiesa que nunca ha estado a gusto con su cuerpo: este es el motivo

Durante la primera década de este siglo fue una de las actrices más cotizadas del panorama mundial. Fue nombrada innumerables ocasiones como la mujer más 'sexy' del planeta por las revistas y acaparaba todas las miradas de la prensa. Sin embargo, más de años después de su debut, la actriz estadounidense Megan Fox ha confesado que nunca se sintió tan atractiva como todo el mundo le decía.

«Tengo dismorfia corporal, un trastorno mental que provoca que nunca me haya visto como me ven los demás«, aseguró recientemente la intérprete, de 36 años. »Nunca en toda mi vida he amado mi cuerpo, nunca jamás«. Y es que la estadounidense lleva años trabajando en su salud mental para mejorar su autoestima, que a la vista de sus declaraciones, no es muy elevada.

Según explica actriz, su obsesión con su propia imagen comenzó cuando era una niña, aunque no sabe muy bien por qué. «Crecí en un entorno muy religioso en el que no escuché ningún tipo de comentario acerca de mi apariencia», confiesa la interprete, y aun así acabó extremadamente obsesionada con este asunto.

A día de hoy, la actriz compagina la salud mental con el resto de sus proyectos. Por ejemplo, el pasado mes de marzo estrenó 'Johnny & Clyde', en la que también participaron Avan Jogia y Ajani Russell, entre otros. La película es cuenta la historia de dos asesinos en serie que compaginan la vida en pareja con el asalto a un casino.