Marius Borg abandona la prisión preventiva con dos nuevas órdenes de alejamiento en su caso

Investigado por presuntas violaciones, Marius Borg, el hijo de la Princesa Mette-Marit de Noruega, era detenido hace una semana por tercera vez en los últimos meses. La Fiscalía había ampliado los cargos contra él con el descubrimiento de un nuevo caso de violación durante la investigación y la Policía interceptaba al joven mientras viajaba en coche junto a su exnovia, una de las víctimas implicadas en las denuncias de su caso que ha sacudido la Corona del país nórdico. Tras conocerse que el joven mantuvo en el pasado relaciones sexuales sin consentimiento con dos mujeres que no pudieron resistir y la posibilidad de que interviniese en la destrucción de pruebas, el fiscal del caso solicitaba la prisión preventiva de Borg.

Han pasado varios días desde que permaneciese encerrado y bajo control policial y el hijo de la Princesa noruega, que atravesaba un temprano proceso de rehabilitación sobre su problema de adicción al alcohol y las drogas, ha marcado este miércoles 27 de noviembre la fecha para su vuelta a la libertad. Tal y como ha comunicado la Policía, durante la estancia en prisión del joven se ha llevado a cabo la examinación del material incautado tras su detención y se ha interrogado a varias personas, concluyendo que no existe «peligro» de la destrucción de material que inculpe a Borg. Así, no habría motivo aparente para que siga encarcelado y se ha considerado que no es necesario extender la prisión preventiva que dictó el juzgado.

Con el joven en libertad, la investigación seguirá su curso «de forma prioritaria» y se asignarán al caso los recursos que se precisen, donde existen siete víctimas y otro delito sexual ocurrido fuera del mismo lugar. Detenido en dos ocasiones más, una por su primera agresión física y verball a una de sus exparejas en el piso de Oslo y otra tras saltarse la orden de alejamiento que interpuso la joven, la misma con la que iba en el vehículo en el momento de su último arresto. Presuntamente, su vivienda en Skaugum habría sido escenario de una de las violaciones por las que es acusado y las pruebas visuales encontradas en su teléfono móvil como indicios no dejarían a la Policía lugar a dudas de que el joven sería responsable de los delitos.

Según la defensa, que ha declarado en las últimas horas a la agencia NTB, «las pruebas contra Marius Borg se han debilitado mucho. El riesgo de destrucción de pruebas es inexistente. El encarcelamiento fue un error basado en un juicio de valor catastrófico. El abogado también ha propuesto a los agentes cambiar su manera de actuar, pues espera que alcancen análisis objetivos y no sigan contribuyendo «al circo». Ahora, en el caso del detenido en libertad hay dos nuevas órdenes de alejamiento de las dos acusaciones de posible violación que constaban antes del último arresto.

Los letrados han asegurado desconocer el relato de la supuesta tercera violación por la que ha sido denunciado su clientes mientras pasaba los primeros días en prisión y de la que la prensa noruega se hacía eco pero que no pertenecería a la misma investigación al haberse producido en otra provincia. Borg por su parte ha rechazado cualquier acusación y mantiene su culpabilidad en las agresiones anteriores por las que fue detenido. Con la primera orden de alejamiento vigente y dos nuevas con las que carga en su libertad, el hijo de la Princesa Mette-Marit sigue a la espera de que se produzca su juicio.