Lucía Rivera y Kika Cerqueira, lo que los padres han unido...

La hija de Cayetano Rivera, Lucía, y la de su novia María Cerqueira, Kika, ya son algo más que amigas y compañeras de profesión. El amor que se sienten sus respectivos padres ha hecho que las convierta en «casi hermanas» y hayan estrechado unos lazos que van tan rápidos como la unión del torero y la presentadora portuguesa. De ahí que esta semana hayan protagonizado su primera campaña a dúo en el evento 'Sunglass Hut' con las gafas de sol de esta temporada.

Es verdad que a la hora de defenderse ante los medios Lucía Rivera tiene más tablas que Kika y no evita preguntas. Todavía con la resaca de emociones que le ha causado la publicación de su primer libro, 'Nada es lo que parece', donde confiesa hasta las relaciones tóxicas que vivió con algunas de sus parejas, Lucía habla maravillas de Kika. «Es una tía muy trabajadora, buena y educada y tenía una ilusión enorme por trabajar juntas. Nos seguíamos por redes y encima me apoyó mucho con mi libro. La vida a veces te sorprende como ha pasado con nosotras. Tenemos un cariño como si fuéramos hermanas y es algo que me encanta. Te aseguro que me hacía falta tener una hermana para contarle mis cosas».

Lucía no la llamó cuando se enteró de que su madre era la novia de su padre pero está dispuesta «a disfrutar de esta unión ya que mi relación con María es buenísima. Es una mujer increíble y te aseguro me sorprendió desde el primer momento. Siempre tienes cierto miedo a ver quién es la persona que va a formar parte de tu familia, pero nada más verla me dio muchísima tranquilidad», añade. Sobre su padre Cayetano dice que «cada día está más guapo. Le veo bien, feliz y contento. Siempre ha sido más cauto con su vida privada y por eso no quiero ser yo quien hable de sus cosas pero si me preguntáis por una futura boda sólo diré que no me gustan mucho las bodas», aclara divertida.

De la misma manera que Kika Cerqueira no quiere pronunciarse sobre Cayetano (así lo dice su representante cada vez que le preguntan), Lucía pone la línea roja en lo relacionado con Eva González. Las dos frases que le dedicó en el libro ya le causaron ciertos «problemas» al aparecer en muchos titulares y hoy prefiere evitar más polémicas con la que fue esposa de su padre y es madre de su hermano. «Insisto que no voy a hablar de Eva», repite. «Mi madre está muy feliz de verme bien y sabe que María y Kika son mujeres increíbles», confiesa.

Soltera y sin plan de cambiar de estado este verano se irá con una amiga a Bali porque «se está muy bien sola y cuando tienes una relación buena contigo misma sabes lo que esperas de otra persona. Mi psicóloga ha hecho muy buen trabajo y hoy todo es más fácil». En cuanto a su relación actual con Cayetano no titubea al decir que «tenemos una relación muy especial. Sabéis que me crie más con mis abuelos pero que no cuente las veces que nos vemos no significa que no lo hagamos. Hubo una separación en su día, pero en cuanto nos amigamos jamás hubo una distancia abismal lo que pasa es que no nos mostramos ni enseño todo en redes».

Lo que Lucía no hace es ejercer de «hermana mayor» con Kika porque la portuguesa «tiene la cabeza muy bien ordenada y estoy segura va a tener una larga proyección profesional como modelo. Es impresionante y sabe lo que quiere». Y efectivamente Kika, a sus 20 años, sabe bien cómo no generar polémicas. «Es muy emocionante poder compartir un trabajo con Lucía a la que considero como una hermana. Éramos amigas de antes y ahora estamos muy unidas».

En cuanto al novio de su madre dice que «Cayetano es alguien adorable y muy divertido» además de añadir que la relación de su madre con Lucía es muy buena. A ese estado se añade la relación sentimental que mantiene con el piloto de Formula 1 Pierre Gasly con quien en breve pasará unos días de vacaciones para luego seguir con sus estudios de Marketing y carrera de modelo. A la cuestión de porqué no habla con naturalidad de Cayetano su respuesta es que «es la vida de mi madre y yo sólo puedo decir que estoy feliz de verla contenta pero no debo ser quien de detalles sobre ellos». Lo dicho. Kika tiene la cabeza muy bien amueblada como para abrir melones que luego sólo dan problemas.