Lily Allen busca ayuda profesional en una clínica de salud mental para superar su ruptura con David Harbour

Los rumores de separación que rodeaban al matrimonio formado por el actor de 'Stranger Things' David Harbour y la cantante Lily Allen terminaban siendo ciertos y los medios confirmaban su ruptura. Los seguidores de quien aseguraba en una ocasión reciente estar «aburrida de los hombres» advirtieron en un episodio de su pódcast que la cantante no llevaba su anillo de compromiso y, en el mismo programa, el comentario acerca del cambio que habían sufrido sus planes navideños no dejaba lugar a dudas. Harbour y Allen ya no eran pareja y aunque ninguno de los dos se había pronunciado al respecto, ya se desvelaban los motivos reales detrás de la separación.

Ambos se conocieron en la aplicación de citas de los famosos 'Raya' y varios años después de casarse, las sospechas de Allen de que su marido estaba protagonizando encuentros con otras mujeres le hicieron entrar de nuevo a la app. En un primer vistazo, la cantante descubrió que su pareja había reactivado su perfil y estaba teniendo citas esporádicas con otras usuarias que también encontró en Instagram vinculadas al perfil del intérprete. Así, y completamente «desolada», Allen tomaba la decisión de finalizar su matrimonio y tiempo después reconocía estar «pasando por un momento difícil, pero tratando de seguir adelante».

Sin embargo, y aunque en un principio se ha intentado apoyar en sus dos hijas, la situación que atraviesa Allen le ha obligado a ingresar en una clínica de salud mental en Estados Unidos para poder tratar el dolor que le causa su separación de Harbour, según ha compartido el 'Daily Mail'. Como ella ha asegurado, se siente «incapaz de pensar en otra cosa» que no sea su dolor y, para poder superar la traumática ruptura ha considerado que la mejor opción para ella es ponerse en manos de profesionales. En su propio pódcast ya anunciaba que pasaría un tiempo alejada de los escenarios para solucionar sus problemas y evitar además recaer en el proceso en adicciones del pasado que ya superó.

En un nuevo episodio de su formato 'Miss Me?' emitido la semana pasada, la cantante confirmaba la noticia de su separación y hablaba abiertamente de las consecuencias mentales que atraviesa. «Estoy en una espiral y se ha salido de control. Fui a la comida de Navidad de 'Miss Me?', tuve un ataque de pánico y me fui a casa. Otra noche, en el teatro con mis amigos, también me marché en el descanso», contó quien quiso también dejar claro que el motivo de su marcha de tanto tiempo no es ingresar en una clínica de rehabilitación.

Debido a que estuvo a punto de sufrir un colapso y por la necesidad de escapar de sus oscuros pensamientos, que no han dejado de versar acerca de la decepción por su historia de amor con el intérprete, la cantante se habría internado en un exclusivo centro pagando casi diez mil euros para participar en sesiones intensivas de terapia grupal e individual. En el retiro espiritual, la cantante podrá expresar sus sentimientos y aclararlos con ayuda profesional mientras permanece aislada y cerca del campo. Como apunta una fuente cercana, su prioridad ahora es recuperarse para ser «la mejor madre posible».