lo que me apetece

Íñigo Onieva tendrá que aceptar que es un perdedor

El papel que ha tomado es propio de la envidia y el odio

Íñigo Onieva Gtres

Me había propuesto no ser crítico esta semana en la que son días de paz y de amor, de buenas intenciones y mejores deseos, de justificar y de perdonar y, en suma, de tener una tregua en la difícil y complicada andadura ... de nuestra España. Desgraciadamente la cosa no es posible.

Pone uno la televisión en fin de semana y sale un ministro con cara de no haber roto un plato en su vida, con aspecto de niño aplicado que todo lo sabe y suelta una parrafada, que asusta mucho por las consecuencias que pueden ocurrir si el Tribunal Constitucional no se porta como él cree que hay que hacerlo. Y llega el lunes y el Alto Tribunal decide y se quedan todos con un «descoloque» brutal.

En Levante Su Majestad acude a la inauguración de un tramo del AVE. Le acompaña un séquito con el Presidente del Gobierno. Hasta aquí todo sería normal. Lo anormal lo protagoniza Sánchez durante toda la visita, caminando por delante del Rey, entrando en el tren el primero, después del Soberano, incluso ignorando su presencia. Ejemplo de mala educación, chulería barata, prepotencia incontrolada, comportamiento premeditado, pensado y calculado que enmascara un atroz complejo de inferioridad, una ausencia de sensibilidad, que no de ignorancia, sino de exaltación de su incontenible ego y de una ambición desmedida y sin límites.

Pedro Sánchez y el rey Felipe VI gtres

Si toda está conducta, practicada a menudo con el Jefe del Estado, responde a sus posibles ideas republicanas, está equivocado, porque el republicanismo no debe de estar reñido con la pésima educación que suele manifestar, siempre que puede, pero que no debería. Me recuerda a los grandes dictadores de otras épocas en las diferentes repúblicas centro americanas en la manera de ningunear a los demás. Lo conseguirá en el momento que pueda hacer una ley electoral a su medida. Menos mal que estamos en Europa y ahora esta nos mira ojo avizor.

Soltado todo esto desciendo al mundo de los mortales. Esos que no saben quien es la ministra comunista, ni la bajita que acompañaba al séquito del tren. ..¿Para qué aprender sus nombres?.

Como esta es una sección para hablar de gentes, yo me congratulo y así se lo he hecho saber a ellos, a Carmen Tello y al maestro Curro Romero, por su boda eclesiástica, una aspiración que les ha acompañado desde aquel día feliz en Sevilla, cuando lo hicieron civilmente y al que tuve la suerte y satisfacción de ser invitado. El tiempo y las circunstancias se han impuesto a unos deseos, no cumplidos anteriormente, posiblemente por envidia, por incomprensión y por un punto de maldad.

Curro Romero y Carmen Tello Gtres

 

El tercer personaje es Iñigo Onieva. ¿No ha entendido este chico que su momento ha pasado?. Todas sus acciones juegan en su contra. Tendrá que aceptar que es un perdedor y que hay otras personas que juegan mejor sus papeles, a los que intenta denigrar y amenazar con calificativos absurdos, más propios de la envidia, del odio y de casi la delincuencia. Tal vez mal aconsejado, lo que le conduce a llevar una gestión pésima de su vida con esos comportamientos.

Ahora a la espera de escuchar atentamente el discurso de Su Majestad. No lo tiene fácil, pero siempre hay tiempo para la esperanza.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 20€
110€ 20€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios