Suscríbete a
ABC Premium

José Luis López 'El Turronero': «Mi padre quería que fuese médico»

ABC pasa 24 horas con el empresario en Ubrique para conocer sus orígenes, su familia y su labor solidaria al frente de la Fundación López Mariscal

En imágenes, el cumpleaños de 'El Turronero': famosos, actores, modelos, toreros y deportistas, entre los asistentes (II)

¿Quién es El Turronero, el empresario detrás del nuevo proyecto para el Cordel de Écija?

José Luis López 'El Turronero' GTRES
Pilar Vidal

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Nos citamos a primera hora de la mañana en ladera más alta de Ubrique, desde donde se puede divisar el encanto de este pequeño municipio del sur de Andalucía, que cuenta con unos 17.000 habitantes y es considerado uno de los pueblos blancos de la comunidad. A su fama por los artículos de piel y por el torero Jesulín, se le une otro ilustre ubriqueño, el más popular y querido como podemos comprobar entre la gente del pueblo, José Luis López, más conocido como 'El Turronero'. A sus 60 años y con su menuda estatura ha conseguido levantar un imperio gracias su astucia y su inteligencia para los negocios.

Esperamos a Ana Aguilera, más conocida como Ana la del Calvario, ella tiene las llaves de la ermita de San Roque, a donde José Luis, que es muy creyente, acude cada semana a rezar. En la fachada se puede ver una placa en la que pone que la ermita se restauró en julio de 2018 gracias a su colaboración. «A las personas que nos ha ido bien en la vida y hemos conseguido éxito, debíamos ser un poco más solidarios y así el mundo cambiaría. Los que me conocen saben que mi felicidad esta siempre en hacer a cualquier persona feliz, en escucharla, en atenderla», confiesa el empresario a ABC. El rezo se interrumpe por el sonido de su móvil, es Miguel Ángel Revilla, el ex presidente de Cantabria que le espera en el salón de actos del IES Francisco Fatou de Ubrique para presentar su libro 'Toda una vida'. Es uno de los eventos que la Fundación López Mariscal ha organizado para celebrar la Navidad.

Ermita de San Roque en Ubrique, a la que el empresario sube a rezar una vez a la semana ABc

Lo que empezó hace 20 años como un almuerzo solidario para 60 personas, se organizó este año para mil personas en el Nuevo Recinto Ferial de Ubrique. Allí se dan cita los colectivos más vulnerables y algunos de los rostros más conocidos de la cultura, la política y el mundo empresarial, de nuestro país. Pero no es el único evento de la Fundación para celebrar estas fechas tan entrañables, hasta el 7 de enero la Fundación invita a todos los jóvenes a su Parque de Atracciones del recinto Ferial y el pasado domingo ofreció un show de humor gratuito para todos los asistentes que contó con la presencia de los humoristas Florentino Fernández, José Mota y Santiago Segura.

A José Luis no le interesa saber lo que tiene y hasta le asusta, dice que le va mejor que bien. Duerme entre siete y ocho horas diarias pero cada día se levanta con la misma ilusión. «No me acostumbro a decir lo que tengo. Me levanto como si fuera un nuevo día, con la misma ilusión del primer negocio, de ser positivo en la vida, de cuando te llama un amigo no contarle penas sino siempre alegrías. Lo primero que hago es deporte, por mucho que hayas hecho el día anterior, no significa que estés preparado para el día siguiente. Es como empezar de cero en el marcador a las siete de la mañana», confiesa. Empezó a trabajar desde muy pequeño en el puesto de turrón de su padre que iba por las ferias de los pueblos. «Las ferias se terminan en octubre y hasta mayo no se salía, por eso teníamos también tres o cuatro kioscos de chucherías en las puertas de los cines, donde estaba mi hermano, mi padre y yo que era pequeñito, pero estaba con ellos».

Primer éxito

Con 10 años gracias a la oportunidad que le brindó un señor con posibles, se fue interno a un colegio en Ronda, así es como tuvo la oportunidad de estudiar y montar su primer negocio. «Puse en marcha un circo con cuatro telas y cobraba una peseta por entrar. A Carmen – se refiere a su mujer- no la cobraba. En esa misma época cuando volvía del internado rifaba también los trabajos manuales y después con doce años me dediqué en el verano a dar clases particulares y tuve éxito porque todos aprobaban en septiembre. Yo estaba tieso, no tenía dinero, y Carmen ya trabajaba en el artículo de piel, cosía, y ganaba su dinerito. Yo a mi novia la quería invitar. Mi suegra no me quería, prefería un camarero, un electricista, no quería un turronero (ríe). Después me quiso tanto, que antes de morir con alzhéimer, del único nombre que no se olvidó fue del mío. Fíjate las vueltas que te da la vida», recuerda el empresario.

«Un viernes al mes atiendo en Ubrique a 140 personas, a las que escucho y ayudo a solucionar problemas»

José Luis López 'El Turronero'

Era muy empollón y su padre quería que fuese médico, pero él prefirió ganar dinero rápido. «Con 16 años me fui los dos meses de verano a trabajar. Y me saqué 120.000 pesetas el primer mes y el segundo, 200.000 pesetas. Cuando yo vi que tenía facilidad para vender, le dije a mi padre que no estudiaba, que estaba loco, que teníamos que esperar seis años a que yo terminase para ganar dinero y en mi casa había necesidades. Yo notaba que algo tenía porque le caía muy bien a la gente, todo el mundo me quería y yo no soy alto, ni guapo… Y me metí diez años a vender seguros, pero no ganaba el dinero suficiente, hasta que un amigo me mandó una operación de intermediación. Y ahí es donde le dije a Carmen con 30 años, ya he aprendido, verás como la vida nos va a cambiar.

Yo hasta entonces tenía un piso alquilado de 48 metros, donde vivía con mi mujer y mis dos hijos. Estaba aprendiendo, echando muchas horas en la calle, con 15 kilos de más y me bebía hasta el agua de los floreros, con tal de vender». La primera operación grande de su vida le cambió el rumbo. «Me presenté en casa de mi madre y le di el dinero para que cambiase la solería y comprarse un tresillo. Y ella me decía 'tu esto de donde lo has sacado, esto es de la droga' (ríe). Tanto dinero junto era un millón y pico de pesetas». Ahora tiene negocios de todo tipo, invierte en real estate, en startups, tiene clínicas de psicología, homeopatía y está entusiasmado con su socio Domi Vélez, elegido el mejor panadero del mundo, en abrir panaderías por toda la geografía.

Miles de baños

Pero si algo le da felicidad es un viernes al mes, recibir en su Fundación en Ubrique a unas 140 personas llegadas de toda España. «Escucho uno a uno a cada persona que viene, algunos se ponen de rodillas o se ponen a llorar antes de hablar. Me cuentan problemas de toda índole, necesitan pagar la luz, la hipoteca, no tienen agua, y terminas cargado de una mochila de 140 problemas que gestiono como puedo. Llamo a mi secretaria, e intentamos que todos salgan contentos y ayudar a todo el mundo. Económicamente a mí me da igual lo que me haya costado el día, lo que quiero es verlos felices. Salen llorando».

Álex González, 'El Turronero' y el actor Miguel Ángel Silvestre el pasado sábado en el almuerzo solidario en Ubrique GTRES

Le pregunto que recuerde algún caso que le haya llamado la atención. «Que me hayan sorprendido, por ejemplo, un señor que no atendían en la seguridad social y estaba muriéndose. Lo ingrese en una clínica privada y se salvó. Eso hace diez años, pues todavía su madre me trae una maceta de espárragos a casa. O el caso de una niña ciega que no podía subir las escaleras, le acondicionamos una habitación para que pudiese hacer su vida, cuartos de baño yo no sé los que habré arreglado en mi vida, de gente que no tiene ni agua caliente, no se pueden mover y les salvas la vida con un cuarto de baño. Cuando solvento el caso, a mí se me olvida, la gente lo toma en cuenta, pero yo lo hago de una forma tan altruista que no me acuerdo y me paran por la calle. Pero hay una cosa muy importante la economía circular. Cuando inviertes y no buscas que te lo devuelvan, te lo devuelve la vida y lo hace con creces», asegura el empresario.

«A mis hijos María y Pepe, les he educado para que sean honrados y humildes»

José Luis López 'El Turronero'

Muchos piensan que le gusta rodearse de famosos o que estos quieren ser amigos suyos; «la gente quiere ser amiga independientemente de que le dé o no le dé, sabes que es lo más importante, escuchar. Cuando se murió Jesús Quintero, me preguntaron si le había ayudado y yo respondí que en mi vida hay muchos Jesús Quintero, y que cada uno analicé lo que quiera. A mí me da igual que mis amigos estén en declive o estén en las nubes, el trato es el mismo».

El motor de su vida son sus hijos, María y Pepe, a los que ha educado para que sean honrados y humildes y los que le motivan a seguir, porque no hay mayor satisfacción para él que trabajen a su lado y le cuiden. «Nunca han vivido el éxito del padre, lo han hecho porque lo viven conmigo, no saben lo que tienen. Nunca me han cuestionado como me gasto el dinero, ni lo que doy, sino siempre me han apoyado en eso. En casa pueden tener todos los privilegios que quieran, pero en la calle son gente buena, gente normal y cuando pueden hacer un favor lo hacen». 'El Turronero' no piensa en la retirada sino en el próximo negocio y en la próxima persona a la que ayudar. Es irrepetible.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación