Hazte premium Hazte premium

Drama QUEEN

Joaquín Torres: «Amancio Ortega debería ser mucho más generoso y dejar de copiar»

El arquitecto señala que los ricos de este país son decepcionantes a la hora de ayudar a los demás mientras que en otros países ser filántropo es todo un honor

Joaquín Torres: «No me parece que 'La sociedad en la nieve' sea una obra de arte»

Joaquín Torres, tras su trágico accidente: «Voy a un psiquiatra para terminar de recuperarme»

Joaquín Torres: «Raúl dice que este accidente ha salvado nuestro matrimonio»

Joaquín Torres Pablo Ortega
Laura G. Calleja

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Si algo tiene Joaquín Torres es que dice verdades como puños. El arquitecto es plenamente consciente de que sus casa no están hechas para cualquier bolsillo y no por eso permite que se le juzgue. «Hay gente que se ve agraviada, que se ve casi ofendida por algún trabajo que enseñamos, como por ejemplo, la casa de mis padres. Yo hice 2800 metros cuadrados de vivienda, que es una obscenidad para muchísima gente, y lo es, pero yo no juzgo. Hace mucho tiempo que no juzgo, ni cuestiono ni a los clientes porque me quedaría sin ellos. Porque si me pongo a cuestionar como es el ser humano con el dinero, que asumo que gano legítimamente, porque yo cobro, cada uno tiene derecho en gastarse su dinero y a vivir como quiera», señala Torres en el podcast 'Drama Queen' de su gran amiga Pilar Vidal.

«El mercado de lujo es un mercado que da trabajo a muchísima gente y además que yo defiendo de una manera muy especial porque gracias al mercado de lujo se ha invertido en diseño, en moda, en creatividad... La creatividad, en un mundo que puede parecer superfluo, se ha potenciado y la belleza hace que la vida sea mejor para todos. Pero hay un porcentaje elevadísimo de población que no vive, que sobrevive. También digo que aunque parezca una obviedad, tener más cosas no te hace feliz», recalca el arquitecto.

Consciente de la importancia del dinero, Joaquín reconoce que tenerlo «siempre ayuda» aunque el problema viene en el «mal uso que hagamos de él». Para el arquitecto, que de eso va sobrado, es suficiente el nivel de vida que tiene y no se obsesiona con conseguir más. «No quiero tener más dinero, no quiero tener más cosas, no quiero, no quiero aspirar a ser más rico», apunta.

Pero si hay algo que a Joaquín le gustaría es tener más posibilidades de ayudar a la gente. «Creo que ayudar a esa gente que dedica su vida y su esfuerzo en ayudar a los demás es admirable. El otro día me llamó Isabel Gemio para asistir a la cena de su fundación y dije: '¡Claro que sí!'». Y es que, el arquitecto critíca que «en España somos muy pocos filántropos, muy pocos. O sea, en Estados Unidos es un honor ser filántropo, es más que ser marqués», reconoce indignado y añade: «El rico riquísimo español de verdad es muy decepcionante en ese sentido. Un señor como Amancio Ortega debía ser mucho más generoso. Amancio, tiene la obligación de devolver al mundo de la moda todo de lo que se ha nutrido. Debería montar la mejor universidad del mundo y desde luego, debería dejar de copiar. Una empresa tan absolutamente revolucionaria en todo, cuando ya ha triunfado de esta manera, tiene la obligación moral de dejar de hacer cosas que son absolutamente cuestionables», sentencia el arquitecto.

Pero reconoce que a pesar de todo es verdad que «encima criticamos y no tiene ninguna obligación de hacerlo, pero debía ser un privilegio para él» y finaliza añadiendo que «también he de decirte que no hay que conocer a la gente que admiras. Los seres humanos somos terribles y cuando admiramos a alguien lo idealizamos y solo cogemos la parte que nos fascina e ignoramos y no queremos ver la otra parte que siempre te decepciona».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación