Isabel Pantoja se comporta en Miami como una auténtica diva
La tonadillera exige un jet privado para moverse en su 'Enamórate Tour'
Las exigencias de Isabel Pantoja para su gira por Estados Unidos
![Isabel Pantoja](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/gente/2023/02/11/isabel-RvMs34mojpSd3Pf1v1Wk9AM-1200x840@abc.jpg)
Lejos de Cantora, liberada de la persecución de los fantasmas que alimentan las incómodas preguntas de los reporteros en España, Isabel Pantoja (66 años) se puede sentir en Estados Unidos más libre que de costumbre.
Ha llegado a Florida dispuesta a arrasar con su gira 'Enamórate Tour', que la llevará a varias ciudades, entre ellas, Nueva York, junto a un equipo de 32 personas, que incluye a los músicos y, como en el caso de las las grandes divas del mundo del espectáculo, también a su maquillador, Alberto Dugarte; su peluquero, Antonio Abad; su fisioterapeuta y su asistente personal, que no es otra que su sobrina, la 'influencer' Anabel Pantoja, que no realiza este trabajo para su tía desde hace siete años. Tito Agustín forma parte también de la cohorte que acompaña a la Pantoja en esta esperadísima gira con la que Isabel espera facturar lo suficiente como para ir 'tapando' los numerosos agujeros de su cuenta corriente.
Isabel se aloja en el Hotel Kimpton Epic (700 euros la noche la habitación doble, 900 la suite de un dormitorio), en pleno 'downton' de Miami, un lujoso establecimiento con puerto privado, varios restaurantes, dos piscinas y un spa de 10.000 metros cuadrados, aunque es poco probable que la artista decida hacer uso de sus impresionantes instalaciones.
En el teatro le espera un camerino especialmente preparado para ella, cumpliendo sus exigencias: un ramos de rosas blancas, catering (unos 'sandwiches' y queso), vino, cervezas, un perchero grande para su vestuario y un mobiliario cómodo. Al parecer, uno de los puntos más polémicos de sus peticiones para la gira es la exigencia de un jet privado, que responde a la necesidad de cumplir con la mayor comodidad posible sus desplazamientos en Estados Unidos: de Miami a Nueva York y San Juan de Puerto Rico.
No tardaremos pues en ver algún 'storie' de Anabel sobre sus viajes en Air Cantora. Le va a dar mucho juego el 'postureo'.
Dicen que la tonadillera «tiene hambre de escenario». Y los 5.000 espectadores del James Knight International Center tenían ganas de Pantoja. Se agotaron las entradas para el concierto de este viernes (salieron a distintos precios, de 80 a 320 euros, aunque en reventa algunas alcanzaron y superaron los 2.000), que comenzó a las 20.00 hora local.
La selección de temas estaba diseñada para contentar a los seguidores más fieles, con clásicos como 'Marinero de lunes', 'Hoy quiero confesarme' o 'Enamórate'. «No doy crédito a lo que he vivido. Esta mujer no sé qué tiene… Es un don», relataba fascinada una Anabel Pantoja que por un momento dejó de ser asistente para convertirse en narradora de la experiencia. «Me siento tan bien de ver cómo y cuánto la quieren en otro país, tan lejos del suyo». A la 'sobrinísima' le llamó mucho la atención ver la cantidad de fans llorando a las puertas del concierto tras la actuación de su ídolo. Isabel ha dejado huella. Y ha repetido el sábado con otro espectáculo a la misma hora, en el mismo lugar.
Para el concierto, Isabel ha estrenado vestuario. Su sobrina se ha encargado de hacer las fotos de los distintos cambios, aunque la propia tonadillera ha posado en sus redes con algún modelito, como el blanco con bordados de plata y efecto 'glitter' diseñado por Alonso Cozar.
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