La Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín firman su divorcio

Rocío F. de Buján

Madrid

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24/01/2024
Actualizado a las 16:36h.

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La historia de amor de Cristina de Borbón y Grecia e Iñaki Urdangarin comenzó en julio de 1996, durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Atlanta. Sin embargo, no fue hasta una cena posterior en honor de los deportistas cuando la hermana del entonces Príncipe Felipe quedó totalmente prendada de aquel joven irresistible rubio de ojos azules y 1,90 de estatura. Un amor a primera vista totalmente recíproco, pues se dice incluso que él abandonó a su novia de toda la vida por la Infanta.

Tan solo un año de noviazgo les hizo falta para darse cuenta que lo suyo era 'para toda la vida' y el 4 de octubre de 1997 se casaron en la Catedral de Santa Cruz y Santa Eulalia de Barcelona ante más de 1.500 invitados. Fruto de su amor nacieron sus cuatro hijos –Juan (24 años), Pablo (23), Miguel (21) e Irene (18)– con los que formaron una familia que parecía encarnar el ideal de felicidad.

Una vez retirado del deporte de alta competición, Urdangarin orientó su profesión hacia la organización de eventos deportivos, mientras que ella continuó con su trabajo en la Fundación La Caixa, además de su papel como Infanta de España. En 2009, la familia se mudó a Washington después del nombramiento del exdeportista como presidente de la Comisión de Asuntos Públicos de Telefónica en Latinoamérica. Eran la pareja perfecta.

La última vez que el matrimonio acudió a un acto institucional como miembros de la Familia Real española fue el 12 de octubre de 2011, celebración de la Fiesta Nacional. Aquel día estuvieron presentes tanto en el desfile militar como en la posterior recepción junto a los entonces Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía; los Príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Letizia y la Infanta Doña Elena.

Pero poco menos de un mes después, aquella vida de sueño se esfumó de un plumazo cuando se supo que la Justicia estaba investigando a Urdangarin por un supuesto caso de corrupción. Un calvario que la pareja afrontó junta. La presión mediática hizo que fueran apartados de la Familia Real y se les despojase del título de duques de Palma. Fue en ese momento comenzó su verdadera pesadilla. Iñaki fue imputado en el caso Palma Arena que después derivó en el caso 'Nóos' y el matrimonio acabó sentándose en el banquillo de los acusados. Un juicio que terminó con la Infanta absuelta y Urdangarin condenado a cinco años y diez meses de prisión.

A principios de 2022, el exdeportista gozaba de una situación en semi-libertad cumpliendo el tercer grado en Vitoria, donde vive su madre, totalmente alejados del foco mediático. Fue entonces cuando la revista 'Lecturas' publicó unas imágenes de Iñaki Urdangarin acompañado de una joven entonces desconocida, que no era su mujer. Aunque en las fotografías no había un beso como tal, se apreciaba como la pareja se cogía de la mano en actitud cariñosa y sin miedo a ser reconocidos por los transeúntes mientras paseaban por la concurrida zona costera. Pocos días más tarde se descubrió la identidad de la mujer: Ainhoa Armentia (45), una compañera de trabajo con quien a día de hoy comparte su vida.

A finales de ese mes de enero, la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin enviaron un comunicado conjunto en el que expresaban que «de común acuerdo, hemos decidido interrumpir nuestra relación matrimonial. El compromiso con nuestros hijos permanece intacto. Dado que es una decisión de ámbito privado, pedimos el máximo respeto a todos los que nos rodean».

Ahora, dos años más tarde, la revista '¡Hola!' ha informado de que los exduques de Palma firmaron a finales de diciembre, en una notaría de Barcelona, los papeles de su divorcio. Una vez se haya hecho efectiva su separación definitiva, en un plazo de 15 días a dos meses, el Ministerio de Interior deberá retirar la seguridad al ya oficial exmarido de la Infanta. Un paso más para el abandono del ámbito público de Iñaki Urdangarin.

Sobre la custodia de sus cuatro hijos no hay ningún problema, pues todos ellos son mayores de edad. Aunque los jóvenes todavía dependen económicamente de su madre la Infanta, quien hasta que sean independientes se encargará de sus gastos y manutención, con la ayuda de su padre, Don Juan Carlos.