Iñaki Urdangarin: en busca de redención profesional tras la tempestad legal

La vida de Iñaki Urdangarin (56 años), ex duque de Palma, continúa atrayendo la atención pública, pero esta vez por razones distintas. Tras conocerse detalles sobre sus recientes viajes a Camboya y Marrakech para reunirse con su hija Irene y disfrutar con su pareja,Ainhoa Armentia, los reflectores se centraron en su situación financiera. La pregunta que surge es ¿cómo financia su estilo de vida lujoso?

Según los informes, Urdangarin no recibe pensión tras su divorcio con la Infanta Cristina, tan solo el subsidio estatal para expresidiarios, lo que no sería suficiente para mantener su nivel de vida actual. Sin embargo, nuevas revelaciones sugieren que la justicia ha tenido que reajustar ciertas cantidades de dinero en relación con su responsabilidad civil, y se especula que el Rey Juan Carlos podría estar financiando su día a día, con un millón de euros como indemnización y una suma mensual de veinticinco mil euros.

A pesar de estas posibles fuentes de financiamiento, Urdangarin, junto con su abogado y amigo Mario Pascual Vives, ha expresado su deseo de encontrar empleo. Vives ha señalado que Urdangarin se encuentra en buen estado anímico pero enfrenta dificultades para encontrar trabajo, aunque no necesariamente por razones financieras. Más bien, destaca la necesidad de sentirse útil, establecer una rutina diaria y mantener su salud mental.

Resulta sorprendente que Urdangarin encuentre tan difícil conseguir empleo, considerando su formación en Ciencias Empresariales y su experiencia previa, incluyendo trabajo voluntario en el Hogar Don Orione durante su tiempo en prisión. Una colega de este centro describe a Urdangarin como un trabajador ejemplar, dispuesto a aprender y con una actitud positiva hacia sus tareas.

Sin embargo, los obstáculos no son solo profesionales. El escándalo del caso Noos y las acusaciones de infidelidad durante su matrimonio con la hermana del Rey Felipe VI, han manchado su reputación y pueden dificultar su búsqueda de empleo. A pesar de ello, lleva una vida tranquila en Vitoria, donde reside con su pareja y está cerca de su madre, Claire Liebaert.

Se le ve frecuentemente haciendo ejercicio y disfrutando de actividades al aire libre, mostrando una determinación por recuperar una vida normal después de años de desafíos legales y personales. Aunque su búsqueda de empleo se enfrenta a obstáculos, Urdangarin sigue adelante con la esperanza de encontrar su lugar en el mundo laboral y reconstruir su vida después de años tumultuosos.