El impresionante viaje de Isabel Preysler con sus hijas Tamara Falcó y Ana Boyer a Maldivas

«Lo que más disfruto en la vida es estar con mis hijos y mis nietos. Ser abuela es una cosa totalmente diferente a todo lo que he podido sentir», dijo Isabel Preysler (71 años) el pasado miércoles 30 de noviembre durante la fiesta navideña de Moët & Chandon. Sobre sus planes para estas Navidades con su familia, la socialité aseguró que «el año pasado lo pasamos todos juntos, pero ahora toca dividirse, porque ellos también tienen familias», aunque «si no puedo estar con todos en Navidad, estaré inmediatamente después».

Nada hacía presagiar que pocos días más tarde viajaría con sus dos hijas Tamara Falcó (41) y Ana Boyer (33) a la isla Naladhu (Maldivas). Una escapada familiar a la que también se unieron su yerno, Fernando Verdasco (39), y sus nietos Miguel, de 3 años, y Mateo, que el próximo 23 de diciembre cumplirá dos años. Ambos fruto del matrimonio del tenista con su hija pequeña.

Unos días de relax que las dos jóvenes han compartido a través de sus respectivos perfiles en redes sociales. Gracias a los cuales hemos podido saber que el alojamiento elegido por las Preysler ha sido el resort Naladhu Private Island Maldives. Una pequeña isla privada de tan solo 20 casas, cada una de ellas con servicio de mayordomo y su propia piscina privada. Un hotel de lujo en Maldivas que durante cuatro años seguidos fue nombrado como el mejor resort en el Océano Índico y se encuentra entre los 10 mejores del mundo.

Unas vacaciones no aptas para todos los bolsillos, puesto la noche en una de estas exclusivas casas con todo lujo de detalles se paga por unos 5.000 euros la noche.

En las imágenes y vídeos publicados en el Instagram de la marquesa de Griñón se puede ver como desconecta junto a los suyos de la presión mediática que está sufriendo tras la ruptura de su compromiso con Íñigo Onieva (33) después de que saliese a la luz un vídeo del empresario madrileño siendo infiel a su pareja con una desconocida durante un festival de música.

Un viaje que le ha permitido a la joven desconectar para volver con más fuerza.