Iker Casillas, Bertín Osborne y Gabriela Guillén, unidos por El Capote en un enredo singular

Es curioso cómo a veces se alinean los astros para proponer cruces de caminos y conexiones aparentemente imposibles. Es lo que ocurre a esta historia casi alucinógena que incluye lo siguiente: un exportero de fútbol metido a modelo, una marca que deja de contar con un cantante tras un lío sentimental y una pareja mal avenida que llega a un acuerdo in extremis para sella la paz. Los protagonistas: Iker Casillas, Bertín Osborne, Gabriel Guillén y El Capote. Pasen y vean…

Bertín Osborne ha sido durante un buen tiempo imagen de la firma El Capote, una casa del mundo de la moda especializada en ropa con ciertas reminiscencias del mundo del toro. El cantante participaba en la elaboración de contenidos exclusivos para la web, incluido entrevistas donde narraba las excelencias de la marca.

Lo que pasa es que hubo un momento en el que los responsables de la casa se debieron parar a pensar si les interesaba como imagen alguien como Bertín Osborne, quien en los últimos meses ha ocupado numerosas portadas de la prensa del corazón por su affaire con Gabriela Guillén.

Ironías del destino, resulta que ambos se conocieron precisamente en una sesión de fotos de la firma que fue «fenomenal, muy bien», en palabras de la propia modelo y fisioterapeuta. Aquello disparó la llama de la pasión y Gabriela Guillén contaba a '¡Hola!' que después de coincidir esa primera vez, los dos siguieron estrechando lazos hasta forjar una breve pero intensa relación sentimental.

«No diría que ha sido amor, sino algo muy bonito. No hemos puesto etiqueta a la relación porque estábamos muy a gusto, nos estábamos conociendo y cada día iban mejor las cosas. En ningún momento le presioné ni me sentí presionada. Todo fue natural», diría.

Pero resulta que de tanto conocerse surgió un embarazo y el posterior nacimiento de un niño que actualmente cuenta con seis meses de vida. El resto ya es de todos sabido: Bertín Osborne se aparta, ella le acusa de no contribuir con su manutención, se ponen en manos de una prueba de paternidad, a ella le acusan de «cazafortunas» por la calle… Total, un drama.

Entonces surge el deseo de El Capote de cambiar de imagen. Y es aquí donde irrumpe Iker Casillas, quien ajeno a todo toma el relevo de Bertín Osborne como imagen de la firma de moda española que fue fundada por Rafa Dona como homenaje a su padre y abuelo, los toreros Héctor Álvarez y Rafael Vega de los Reyes 'Gitanillo de Triana'.

Ha sido la propia marca la que ha anunciado el fichaje del exportero del Real Madrid y la selección española en una nota de prensa en la que aprovecha para presentar su nueva colección 2024, que incluye polos, camisas de lino, bañadores de secado rápido, saharianas y pantalones, entre otros.

El juego de palabras no se hizo esperar: «Esta colección se siente como un 'guante' en las manos de Iker Casillas». El Capote define a su nuevo rostro así: «Un icono que trasciende lo meramente futbolístico o deportivo. Querido por todos, dentro y fuera de nuestras fronteras, representa valores como la fortaleza, el sacrificio, la profesionalidad, la resiliencia, la superación, y el compromiso».

Pero es que a la historia le quedaba otro girito que dar, pues mientras El Capote mostraba orgulloso al sustituto de Bertín Osborne tras el conflicto con Gabriela Guillén, estos dos protagonistas llegaban a un acuerdo para cerrar el affaire de forma aparentemente amistosa y presumiblemente con dinero por medio, que siempre hace su magia.

La situación llegó hasta los juzgados mediante una demanda, pero el programa 'Y ahora Sonsoles' ha destapado que la tensión quedó resuelta. Paloma García Pelayo ha informado que Bertín y Gabriela habrían llegado a un acuerdo para paralizar la demanda de paternidad, algo que habría llegado apenas unas horas después de comunicarse la fecha, hora y lugar para la prueba de paternidad.

Y es así, con este final feliz (aunque abierto a una secuela si se dan las circunstancias), como termina esta película que fue capaz de reunir a un portero, una insatisfecha pareja y El Capote. Cuando la realidad es más curiosa que la propia ficción.