Geraldine Larrosa: «Sigo sufriendo ataques de tristeza y ansiedad por la muerte de Carlos»

Dos años sin poder subirse a los escenarios bloqueada emocionalmente tras la muerte de quien fuera el amor y el mejor amigo de su vida Carlos Marin, 'Il Divo', y hoy por fin Geraldine Larrosa regresa a la vida profesional con el musical 'Desencantadas' que se representa en el teatro Lara de Madrid. Lo de que las princesas fueron felices y comieron perdices era también un cuento.

—Supongo habrá vivido emociones muy diferentes con su regreso a los escenarios tras dos años alejada del público.

—Ha sido una bendición poder volver tras casi dos años muy bloqueada. No podía ni cantar ni sabía hacia donde ir. Siempre mis proyectos eran con Carlos y tras su muerte fue un 'shock' que me dejó sin fuerzas. Después de un tiempo, me llamaron para este musical y era precisamente lo que necesitaba: algo alegre y divertido para salir adelante. 'Desencantadas' somos seis actrices que representamos a las princesas de Disney sólo que nos rebelamos ante ciertas leyendas como ser felices y nos volvemos reivindicativas. Queremos a nuestros príncipes pero poniendo los puntos sobre las íes. Aparte de príncipes tienen que saber ser nuestros compañeros de vida. Es un musical muy premiado de Broadway que se ha representado en muchos países y que aquí lo ha traído una de las actrices y productoras Ana Belén Beas. Zenon Recalde me dijo que tenían el papel de Blancanieves perfecto para mí y tras unas audiciones llegamos a este punto. De momento estaremos en el Lara hasta el mes de marzo.

—¿Realmente no había podido hacer nada sin Carlos Marín?

—Salvo una invitación al concierto de una amiga, no. Piensa que Carlos antes del covid se rompió, en un accidente, el talón de Aquiles y estuvo seis meses de recuperación. Después llegó la pandemia y luego su muerte. He estado volcada en él siempre y justo cuando se curó la pierna hicimos el 'Bohemia Rapsody' hasta que nos encerraron. Pasamos la pandemia en la casita de campo y grabando y todo ha sido muy difícil ya sin él.

—¿Ha podido superar su pérdida?

—Eso no se supera nunca. Tuve que hacer un clic en la cabeza porque tengo una hija y era consciente de que tenía que salir adelante. Llevo treinta años cantando y de ahí que haya salido adelante pero sigo con mis crisis y ataques de tristeza. Carlos, a pesar de nuestro divorcio, ha sido el compañero de mi vida porque siempre estábamos juntos. Toda la profesión sabe cómo nos queríamos. Era una persona tan buena y graciosa, encantador, maravilloso… Nada que ver con lo que ha pasado luego en su mundo. Él era diferente.

—Hoy tiene el listón muy alto como para encontrar una persona que le pueda enamorar.

—Y tanto. Además confieso que no me apetece conocer a nadie en ese sentido. Mi preocupación es salir adelante y sacar mis proyectos, pero una persona nueva tendría que sumar muchísimo y no es lo que me preocupa.

—¿Cómo está el tema de la herencia y los desencuentros que ha tenido con la familia de Carlos?

—No ha llegado a ser un pleito pero sí tengo ese asunto en manos de mis abogados. Ha sido un ataque masivo hacia mí. Hay un testamento, hay un legado, hay un seguro. Carlos siempre me dijo que nunca tendría ningún problema si le pasaba algo porque estaba bien asegurado y que tanto yo como su familia íbamos a estar bien. Creo que el ataque que he sufrido es fruto de la rabia y los celos o las envidias que han surgido. Cada persona lleva el duelo como puede y yo respeto todas las reacciones pero mi duelo es con amor y no con rabia. Nunca he querido dañar a nadie sólo defiendo el hogar que he compartido con Carlos durante tantos años. Los acuerdos que nosotros teníamos forman parte de mi vida privada y no me gustaría que mis palabras se malinterpretaran pero te repito que sólo me defiendo de los ataques y protejo la casa donde llevo tantos años. Carlos quiso vivir y trabajar conmigo.

—Realmente lo que se discute es precisamente el piso donde vive.

—Carlos me dejó esta casa donde empezamos a vivir juntos cuando la alquilé. Con el éxito de 'Il Divo' pudo comprarla y fue nuestro hogar de casados. Aunque nos divorciáramos acordamos que yo seguiría ahí y Carlos siempre me dijo que la casa era mía y que yo pagara los gastos pero que la pondría a mi nombre. Hemos estado juntos, le encantaba estar conmigo y trabajar uno al lado de otro. Esta casa se ha hipotecado muchas veces precisamente porque invertíamos en nuestros espectáculos y lo que queda de hipoteca se puede pagar perfectamente con el seguro que tenía y que ahora su hermana me niega. Ella ha decidido borrarme de la faz de la tierra no sé si por envidia y yo reivindico mi vida feliz junto a Carlos. De todas formas prefiero no hablar de ella porque a pesar de las mentiras que ha vertido sobre mí yo no soy así. La gente que me conoce sabe cómo era mi vida con Carlos y nuestros acuerdos.

—¿Cómo cree que se puede acabar con esta situación que no creo sea agradable para nadie?

—Es una situación angustiosa porque se cuestiona mi hogar y te aseguro que nadie me va a echar de mi casa donde vive mi hija. Se tiene que solucionar con el seguro de vida que dejó Carlos. Lo hizo así porque confiaba en su familia. Teníamos adelante el proyecto del disco y era nuestro sueño. No entiendo por qué quieren borrar lo nuestro. En cualquier caso yo tengo una vida profesional y seguiré trabajando. Lo hacía junto a Carlos ya que era quien editaba sus videos, me encargaba del vestuario del espectáculo, de las ideas… Éramos un equipo y fue maravilloso estar a su lado. Estábamos juntos porque queríamos y Carlos era quien decidió tenerme a su lado. Ahora lo definen como si no tuviera criterio y a mí como una manipuladora cuando eso es falso y no le describe. Carlos no se merece lo que está pasando. Tengo muchas crisis de ansiedad y hoy el trabajo está siendo mi mejor medicina