LO QUE ME APETECE
El garrulo de Rubiales y su madre
Una cosa es que se decida pasar hambre y otra que el aseo personal también se abandone
Las denuncias contra Rubiales que perdió el CSD
![Luis Rubiales y su madre](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/gente/2023/09/01/rubiales-madre-RuFvNyyOWRksK4rgSDPoAyL-1200x840@abc.jpg)
Vivimos entretenidos los españoles deshojando la margarita de si se va a echar a Rubiales, o no se va a poder hacerlo, tratando de que nos olvidemos del problema que tenemos sin saber quien va a gobernar o si tendremos en las Navidades una ... nueva convocatoria de elecciones. Como no se decidan el día de Navidad, vamos a tener que ir cantando villancicos a los colegios electorales y ya sé de algunos compositores que están trabajando en las letras de los mismos. A este paso se decorarán las urnas con bolas de colores y tendremos arbolitos de los que colgarán las papeletas de las opciones para votar. Este despropósito es digno de tener en cuenta.
Que el garrulo de Rubiales tiene muchos detractores no es nuevo, que ha tenido muchos amigos, de fiestas y barbacoas, de mariscadas y discotecas horteras, tampoco. Su osadía y vulgaridad le ha perdido. Nadie por casi los mismos hechos ha pensado pedir la dimisión del catalán Xavier Puig, separatista y directivo del Fútbol Barcelona Femenino, amigo personal de Sánchez porque, en este caso a las ministras Irene Montero y Yolanda Díaz, o no se enteraron a tiempo, o les ha resultado más rentable sacrificar al zafio socialista, mientras hacen bandera de un feminismo respetable, pero sin importar excesivamente la indiscutible gesta de haber ganado un campeonato mundial por primera vez en la historia, ni concederle la importancia que se merece tal gesta. En un vídeo he visto a Jenni Hermoso encantada y feliz hablando del beso con sus compañeras de equipo. Nada resulta claro en todo este asunto tan turbio.
Como no es para menos y parece ser que lo que importa no es pasar página, el circo continúa con la madre del ordinario Rubiales, encerrándose en una iglesia de Motril, iniciando una huelga de hambre, «hasta que el cuerpo aguante», acompañada de sus, imagino, fieles beatas, para obtener el perdón nacional, ingresarle su sueldo, restituirle el coche oficial, reponerle el teléfono móvil y se supone que todas las tarjetas con fondos inherentes al cargo para satisfacer los gastos propios de su empleo. Todo muy efectista, aunque yo pienso que ni Dios ni la Santísima Virgen están para casos así. La familia cierra filas con una prima que actúa de portavoz y unas parientas que la acompaña y que recibe a las visitas, como si el templo fuera el salón de su casa, pasando las noches en la sacristía, que no es un sitio ni adecuado, ni diseñado para eso. Lo que no sabía yo es que las iglesias tengan cuartos de baño, porque una cosa es que se decida pasar hambre y otra que el aseo personal también se abandone. La historia terminó en un hospital, porque con la salud no se juega.
En cualquier caso, qué gran suerte la de Sánchez teniendo una cortina de humo tan densa que no se vea, ni se hable de otra cosa, más que del impresentable señor Rubiales, pero de la situación de España, lo mínimo, porque parece que no interesa.
Todo un ejemplo de vergüenza nacional ante el mundo entero, que observa atónito el espectáculo montado.
Llegará el día en el que saldrán a la luz oscuras negociaciones, amoríos complicados, cifras de dinero más o menos exorbitantes y cambios de criterio con manipulaciones por medio.
El bikini metalizado de Victoria Federica de Marichalar y de Borbón levanta pasiones. Con esta decisión empieza una indudable carrera en ascenso en el mundo de las 'influencers'. Ganadora indiscutible entre tantas mediocres, que parecen unas provincianas a su lado, constituye un reclamo, en este momento imprescindible, para las grandes marcas.
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