Formentera recupera la exclusividad con la nueva edición del festival SON Estrella Galicia Posidonia

En 2017, Formentera fue el paraje elegido para emprender un exitoso viaje hacia la nueva forma de entender y concebir el concepto 'festival' como algo más. SON Estrella Galicia Posidonia se presentaba para un muy reducido número de afortunados con una apuesta atípica que daba sus primeros pasos y que ahora camina por sí sola: un cartel de artistas secreto que no se conoce hasta el mismo día de inicio del festival, comida y cerveza como acompañamiento sobresaliente y la isla Pitiusa como una de las grandes protagonistas del encuentro, donde planes a lo largo y ancho de la misma forman parte de la programación del 'inconformista' ý único evento musical que cuenta desde el año pasado con la certificación TRUE Platinum como Zero Waste.

«No me veía dependiendo de tener que pagar a uno para que la gente compre entradas. Me parecía que era entrar en un bucle que solo iba a generar costes, decepciones y cosas con las que no queríamos asociarnos de los festivales normales», expresa Víctor Mantiñán, director del Posidonia, para quien aunque la música sea el atractivo principal, «la localización es la clave» para contar edición tras edición su «propia historia». El pasado fin de semana, la postal paradisíaca de Formentera fue testigo del nuevo e irrepetible capítulo, el número cero por su idea de volver al origen, del festival comisariado por Sinsal que logró hacer 'sold out' de sus entradas en apenas dos horas, tras unos primeros años en los que el cartel de agotado se hizo de rogar hasta fidelizar al exclusivo público que posee. Con 'Raíces', título de esta nueva edición, el SON Estrella Galicia Posidonia ha continuado un año más apostando por sus ya característicos cinco pilares desde que naciese para quedarse: música, gastronomía, Formentera, impacto positivo y cerveza.

Este verano, la isla balear se ha convertido de nuevo en uno de los destinos de vacaciones lujosas y exclusivas de las celebridades. De Magic Johnson y Samuel L. Jackson a Katy Perry, los famosos se han visto atraídos por el espíritu de Formentera y el encanto de sus aguas durante un breve tiempo de vacaciones en las que atracaron su yate para disfrutar del destino a lo grande. En lo que no recaen, quizás, estas estrellas es en la necesidad del respeto a la ubicación.. Ya sin ellas, SON Estrella Galicia Posidonia desembarcó en la isla del viernes 4 de octubre al domingo 6 con un objetivo claro, contribuir nuevamente a la conservación de la planta Posidonia, muy sensible a la contaminación, con el proyecto 'Save Posidonia' y la apuesta por el turismo sostenible.

350 personas llegaron en ferry a Formentera para dejarse llevar por el ambiente festivalero y una programación desconocida, que ABC ha podido experimentar en primera persona, en la que no faltó detalle. Tras la oportunidad de sumergirse en el mar que baña la isla y la pinta del color de la Posidonia, el festival rompía ya, para la sorpresa de todos, una de sus máximas. Los primeros artistas que darían el pistoletazo de salida al festival cuyo cartel era secreto fueron anunciados al público un día antes de que comenzase la nueva edición del SON Estrella Galicia Posidonia. Siguiendo la estela de la apuesta por promesas de la música nacionales e internacionales, la isla entera estaba invitada a los conciertos del innovador Roosevelt y el rompedor Baiuca con la idea de disfrutar de la experiencia con los formenteranos. Como en este festival no existe un recinto cerrado, cualquier rincón de Formentera es susceptible e interesante para convertirse en un escenario improvisado. Así, la plaza de Sant Ferran acogió la primera velada de la cita que dejó un buen sabor de boca. Que el cartel del festival sea casi desconocido para la mayoría no es un problema, a este evento se acude con la mente abierta para descubrir a nuevos artistas favoritos y terminó pasando. Más de cuatrocientas personas y hasta la campana de la iglesia de la plaza bailaron con la propuesta funk y synth-pop de Roosevelt y la mezcla del folklore gallego con la electrónica de Baiuca. Nada resultó más convincente del mágico poder que tiene el Posidonia al sorprender a centenares de asistentes con una fiesta con la mezcla del DJ Marco Holtman que, aún teniendo un cierre marcado, no quería terminar y en la que en todo momento se concienció de la importancia de la reducción y el reciclaje de los residuos.

En el festival todo tiene cabida si tiene que ver con la isla y su 'mood'. Por ello, electrónica aparte, la siguiente cita musical requirió encontrarse en pleno camino de distintas rutas por la isla con insospechados e íntimos conciertos. Durante la mañana del sábado, todos los asistentes se dividieron en tres grupos para realizar diferentes paseos por tres peculiares parajes de Formentera que integraron al público dentro de la vida social más atípica de la isla guiados por expertos en su naturaleza que invitaron a quedarse con el recuerdo de los colores del paisaje. Tanto en el camino de Cas Majoral, como en el del Faro de la Mola y Camí de Sa Pujada, los asistentes asistieron a los emocionantes conciertos acústicos de Júlia Colom, Violeta Veinte y Tulsa con una cueva o el bosque como idílicos escenarios.

Esa noche, en el Gecko Hotel & Beach Club se celebró la tercera velada musical del festival. Tras un taller de cultura de la cerveza, en el que se comparó la bebida con una banda de música a partir de sus ingredientes, a cargo del director de SON Estrella Galicia Posidonia y al que solo tuvieron acceso los más privilegiados, dio comienzo la gran fiesta del fin de semana. Dos conciertos y varias sesiones de DJs no detuvieron el ritmo en ningún momento de la noche, marcada también por la experiencia gastronómica de la chef con estrella Michelin Vicky Sevilla y su equipo. Nubiyan Twist y Kabeaushé pusieron música al menú degustación que formó parte de los bailes y los saltos de los asistentes en el escenario al aire libre. Los DJs Caste, Flow da Lou y los legendarios 2manyDjs terminaron de imponer el 'mood' fiestero de Formentera en el que no faltaron además los rincones de pintura o artesanía sostenible. La playa fue testigo de una noche de electrónica que se recordará con el orgullo del privilegio que otorga la exclusividad del festival, por la que la música llega a sentirse con dedicatoria. El domingo solo restaba el gran cierre en el South Formentera Beach Restaurant & Lounge, que contó con los conciertos de Rocío Luna, Branko y Faizal Mostrixx y la DJ Sesion de Sonido Tupinamba.

La propuesta musical estuvo a lo largo del fin de semana y todos sus planes unida a una propuesta gastronómica de calidad, 'con un pie en el Mediterráneo y una cerveza gallega en la mano'. Además de los platos de los restaurantes que recibieron a los asistentes al festival antes de la cita en Sant Ferran (Salitre, Fandango y Panperfocaccia) y los que prepararon un rico pica pica después de las excursiones (Es Cupinà, Ínsula Beach y Casbah), destacó el servicio de Vicky Sevilla. Hacía diez años que no volvía a la isla en la que nació su pasión por la cocina porque sentía nostalgia y ahora vuelve representando a su restaurante Arrels para comisariar el cocinado de estrella Michelin clásico ya en otras ediciones del festival. «Soy la primera mujer que hace esto», reconoce orgullosa para ABC. «Hemos intentado traer inspiración del Mediterráneo, pero también algo rico y apetecible para un festival. Hemos salido de nuestra zona de confort para que sea algo divertido de comer», cuenta sobre un menú en el que se pudo probar diferentes aperitivos y platos como un tartar de atún rojo o una hamburguesa de blanquet y anguila. «Soy de la pequeña minoría inconformista. Es una pasada el ambiente y la vibra que hay», valora el festival en el que ha podido descubrir su comida más gente y el cual ya mira hacia la próxima edición, en la que seguro espera igual o mayor éxito.