Federico de Dinamarca, el príncipe rockero, tatuado y ¿ahora infiel?

A sus 55 años, Federico de Dinamarca vuelve a estar en el centro de la polémica. Las imágenes, publicadas por la revista 'Lecturas', en las que aparece con Genoveva Casanova recorriendo las calles de Madrid -según cuentan, fueron a cenar juntos y después pasaron la noche en casa de la mexicana-, han puesto en jaque la monarquía danesa. Eso sí, la exmujer de Cayetano Martínez de Irujo ha negado la mayor a golpe de comunicado. No obstante, este capítulo recuerda a algunos que marcaron la vida del hijo de la reina Margarita de Dinamarca antes de contraer matrimonio, en 2004, con Mary de Dinamarca.

El príncipe heredero al trono danés dejó a sus espaldas un historial que haría palidecer a muchos galanes. Antes de conocer a Mary Donaldson, durante la celebración del los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, ninguna de las mujeres que eran vinculadas sentimentalmente a Federico era del agrado de la reina Margarita. Cada noviazgo, lo vivía con mucha pasión. Tanto que para algunos medios de comunicación de su país, pese a que haya formado una familia con Mary de Dinamarca, consideran que la mujer que marcó su vida y, por tanto, su gran amor es la exmodelo de ropa interior Katja Storkholm. Es más, ciertas publicaciones aseveraron que se habían comprometido en secreto. Aunque, en caso de ser así, se quedó en eso. En 1996 tomaron caminos por separado y por aquel entonces, se dijo que Federico cayó en una depresión. Señalar que llegó a confrontar a su progenitora diciéndole que «el corazón y no la tradición es lo que decide».

En su lista de 'affaires' antes de darse el 'sí, quiero' también se encuentra el que tuvo con María Montell, una cantante de rock con la que terminó veraneando en Palma de Mallorca. En aquella época, el heredero al trono tenía claro que era la mujer de su vida y no tardó en presentarla al resto de la realeza europea. Así lo hizo con el Rey Juan Carlos I durante un encuentro privado en la Semana Santa de 1998. No obstante, tampoco era del agrado de la reina Margarita y poco después, en septiembre, terminaron su relación. Hace cinco años, la artista reconoció a 'Se og Hør' que Federico es «una de las mejores personas que he conocido en mi vida. Me alegro mucho de haberle conocido».

Pero estas dos relaciones no fueron nada en comparación con el revuelo mediático que motivó su noviazgo con Malou Aamund, que por aquel entonces tenía 21 años y ya estaba divorciada. Aunque lo de verdad copó titulares en todo el mundo fue que en la Nochevieja de 1992, en el centro de Copenhaghe, ambos fueron detenidos y estuvieron doce horas en comisaría después de que la policía diese el alto al vehículo que conducía la joven y en el que se encontraba él. Ella no tenía el carnet en regla y según los exámenes de sangre que le realizaron estaba conduciendo bajo los efectos del alcohol.

Las polémicas no cesaron ni después de contraer matrimonio con Mary Donaldson, el 14 de mayo de 2004, en la catedral de Nuestra Señora de Copenhague. En 2017, 13 años después, la revista danesa 'Her & Nu' acusó a Federico de Dinamarca de haber sido infiel a su esposa y de haber pagado 7.000 euros para que la deslealtad no trascendiera a la espera pública.

Otra de las cosas por las que se ha convertido en noticia a lo largo de su medio siglo de vida es por su lado rockero. En diciembre de 2007, el príncipe heredero al trono de Dinamarca arrancó los aplausos de todos los presentes, en un recital celebrado en Copenhague a favor de 'Save de Children', tras compartir escenario con la banda de rock Led Zeppelin. Y es que, cómo ya había compartido, unos años antes, en un conversación con la revista musical 'Gaffa' «dentro de mí existe un pequeño rockanrolero al que le gustaría estar en el escenario y tocar la guitarra y experimentar la sensación de estar allá arriba. Hay tanta buena energía después de los conciertos. No me resulta difícil pasar del ambiente que se respira en la Casa Real al que hay detrás de la escena. Siempre he disfrutado de las fiestas en las que no se exige ser formal».

Esta experiencia la volvió a vivir en agosto de 2019. El hijo de la reina Margarita se subió al escenario del Smukfest para deleitar a los asistentes con su actuación junto a Simon Kvamm. Pero si hay dos vivencias que de verdad han marcado su vida son las que tiene tatuadas sobre su piel, algo no muy común en la realeza europea. En la pantorrilla de su pierna derecha tiene un de tiburón que, probablemente, le recuerda a su estancia en el cuerpo de buceadores de la marina. También tiene otro tatuaje en el hombro derecho de una especie de escudo por el que nunca olvidará el viaje que hizo en el norte de Groenlandia con perros y un trineo.