Hazte premium Hazte premium

La falta de apoyo de Melania en el peor momento de Donald Trump

En la otra cara de la moneda Stormy Daniels, que no teme a la sobreexposición mediática

Trump ya tiene el jurado de doce ciudadanos que le juzgará

Stormy Daniels y Melania Trump gtres
Rocío F. de Buján

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La vida de las conocidas como 'primeras damas' en nuestro país es prácticamente un misterio. Cuando asumen su cargo, la mayoría de los mandatarios intentan, a toda costa, por poner límites entre su faceta política y su esfera personal, por lo que pretenden mantener a sus parejas en un segundo plano. Una decisión, básicamente, respetada por los medios de comunicación que mantienen un cierto grado de protección sobre la vida privada y familiar de los políticos. Esta actitud de la clase política española es manifiestamente opuesta a la de otros países en los que las parejas de los candidatos adoptan un papel muy activo durante la campaña electoral. El ejemplo más paradigmático es el de Estados Unidos, donde la mujer o marido del aspirante participan muy activamente en carrera política, lejos del anonimato. No obstante esta conducta muy generalizada presenta algunas excepciones, y en el tiempo presente éste es el caso de Melania Trump (53 años).

La exmodelo, de origen esloveno, siempre ha mostrado una actitud distante y, en cierta medida, misteriosa, por lo cual ha sido duramente criticada por los estadounidenses que esperan en una primera dama el reflejo de una orgullosa anfitriona de su país.

Tras su salida de la Casa Blanca, la esposa de Donald Trump (77 años) logró desaparecer de su detestado foco mediático. Durante este tiempo tan solo se ha dejado ver en contadas ocasiones acudiendo a algún acto social, muchos de ellos de carácter solidario. A diferencia de sus predecesoras, desde que abandonase Washington solo ha concedido una entrevista, un hecho insólito, en mayo de 2022 con la cadena 'Fox News'.

Manteniendo su línea de discreción, en estos últimos meses no ha querido acompañar a su marido a los actos de campaña como candidato, por tercera vez, a presidente. Esta posición ausente, de todo punto inusual e incompresible para los estadounidenses, ha alimentado todavía más los incesantes rumores de crisis en su matrimonio. A todo esto, se suma que la exmodelo tampoco ha querido apoyar públicamente a su marido durante el juicio al que se enfrenta a raíz del caso Stormy Daniels, por el presunto delito de retención de documentos clasificados en su casa de Florida, así como en otras investigaciones judiciales. Es el primer expresidente en la historia del país que se sienta en el banquillo para enfrentarse a un proceso penal.

Donald Trump en un Tribunal de Nueva York sentado en el banquillo de los acusados durante el primer día de juicio Gtres

La elocuente ausencia de Melania Trump en estos duros trances de su marido desata nuevas especulaciones, a las que la eslovena responde con el silencio hermético que le caracteriza. Tan solo, un comunicado enviado por su oficina que reza: «Las organizaciones de noticias han hecho suposiciones sobre la postura de la ex primera dama sobre temas que son personales, profesionales y políticos durante las últimas semanas. En estos artículos se citan fuentes anónimas para reforzar las afirmaciones del autor. Pedimos a los lectores que actúen con cautela y buen juicio al determinar si las historias sobre la ex primera dama son precisas o no, particularmente cuando no citan a la señora Trump como fuente de información».

La otra cara de la moneda

Una actitud que contrasta mucho con la de Stephanie Cliffords (45 años), conocida en el mundo del porno como Stormy Daniels, quien se presta sin pudor a añadir más titulares a la bizarra y excéntrica vida de telenovela de la que es protagonista. Casada desde hace dos años con Barrett Blade, su cuarto marido, la actriz de cine para adultos pretende no solo descarrilar la carrera de Donald Trump hacia un segundo mandato, sino incluso lograr que ingrese en prisión. Está dispuesta en defender 'su verdad' sobre la ocultación, con un soborno, de una supuesta aventura extramatrimonial en 2006 que, según ella, se limitó a un breve y decepcionante encuentro sexual. «La gente me pregunta –y con buena intención–: '¿No es genial que vayas a salir en los libros de historia?'. Y yo respondo: 'Sí, por acostarme con el villano naranja. ¿Ese es mi legado? Genial'. La gente cree que eso define mi vida, pero solo fueron doce horas», aseguró en una entrevista concedida el pasado mes de enero con 'XL Semanal' en la que aseguraba no temer enfrentarse con Donald Trump durante el juicio: «Lo he visto desnudo. Nada que haga con la ropa puesta puede darme más miedo», añadió con tono jocoso. Sobre este tema, Melania Trump rompió su silencio durante una entrevista en 2018. Cuando se le preguntó por la presunta infidelidad de su marido con la actriz porno, la ex primera dama se limitó a decir que tenía «cosas mucho más importantes en las que pensar». Por todo ello, pese a seguir juntos contra todo pronóstico, nadie puede formular un pronóstico claro sobre lo que está sucediendo dentro del matrimonio Trump.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación