Los expertos advierten de los peligros de violencia y mafias a los que se enfrenta Daniel Sancho en prisión: «Le recomiendo que sea un 'fantasma'»
Además de las condiciones que perjudican la salud mental de los presos, en la cárcel las peleas por sobrevivir son diarias y la influencia de las organizaciones criminales habitual
La nueva cárcel de Daniel Sancho contada por los presos: infecciones, castigos y discriminación hacia los extranjeros
Daniel Sancho recibe la visita de su madre, Silvia Bronchalo, en la prisión de Surat Thani
La condena a cadena perpetua del chef Daniel Sancho por el asesinato del cirujano Edwin Arrieta significaba un radical cambio en la vida en prisión que había llevado hasta ahora en Koh Samui, puesto que sería trasladado a la cárcel de Surat Thani, un destino intermedio entre la anterior y la prisión principal de Bangkok donde la vida diaria es igualmente complicada con celdas caracterizadas por el hacinamiento y la mala higiene. Pero, tal y como cuentan sus presos, el principal problema al que se enfrentan es el riesgo que corre su salud mental.
El factor más influyente en perjudicarla es la incomunicación, sobre todo en presos extranjeros. Aunque poco pueden saber desde dentro de lo que pasa fuera y el número de visitas es reducido, en Surat Thani no se habla inglés y sin conocer el idioma local es difícil mantenerse al tanto de lo que ocurre e incluso pedir asistencia médica si un preso de otro país lo necesita. La desprotección que tendrá Sancho le sitúa, sumado a que debido a su caso podría tener popularidad, en un punto de vulnerabilidad y soledad que difiere del contacto que pudo mantener en ocasiones en la prisión de Koh Samui.
El optimismo sería en todo caso la única forma de mantener alejados los pensamientos del reo sobre la situación que vive, pero crear esas ideas es cuanto menos complejo si además de la incomunicación, las infecciones a las que se exponen o cómo y con quién comparten celda, otros peligros rodean la vida en prisión. Expertos han advertido al chef de que, si logra involuntariamente la atención de todos, su vida correría serio riesgo debido a la presencia de una enorme violencia y la influencia en la cárcel de las mafias tailandesas.
Riesgo físico a diario
La ONG +34, en la que trabajan profesionales que han conocido en primera persona la situación de las cárceles extranjeras de continentes como América Latina o Asia, persigue mejorar la calidad de vida que pueden tener los presos nacionales. Para acometer su objetivo es necesario conocer al detalle cómo se desarrolla el día a día en ellas. El director de la fundación, Javier Casado, quien ha recorrido a lo largo de su trayectoria muchas prisiones, entre ellas las tailandesas, ha expuesto para la revista 'Pronto' lo que recomienda que haga Daniel Sancho para afrontar la masiva violencia que caracteriza la socialización dentro de la cárcel.
Para él, a lo que más debe temer el chef es a las peleas que se dan en los centros penitenciarios. «Son muy peligrosas y debería mantenerse alejado de cualquier tipo de confrontación. Le recomiendo que sea un 'fantasma', que no se haga notar bajo ningún concepto, que desaparezca para bien y para mal», asegura Casado para exponer que lo mejor que puede hacer ahora es no hacerse notar en prisión y rehuir todas las confrontaciones en las que pueda verse implicado e incluso el contacto con los sectores más peligrosos de la cárcel.
La psicóloga forense Ana Gutiérrez también ha coincidido con el punto de vista del experto en el programa 'laSexta Xplica'. Para ella, las condiciones de hacinamiento dan lugar a extremas circunstancias de supervivencia en las que son inevitables los conflictos y la violencia. «Las personas se deshumanizan en estas condiciones. Le espera una situación terrible, una pelea diaria por la convivencia», afirma sobre el futuro de Daniel Sancho, a quien le puede jugar una mala pasada que sea uno de los presos extranjeros más mediáticos debido a la cobertura de su caso.
Aliarse a malas influencias
Teniendo en cuenta que el chef fuese a ser muy reconocido en la prisión, ya habría sido advertido de otro temible asunto que juega un papel crucial en la vida en prisión, la influencia de las mafias tailandesas. Los jefes de algunas conocidas como los Chao Po, conocidos como 'los padrinos de las mafias locales', que dominan el tráfico de drogas y dictan qué se puede hacer y qué no dentro de las cárceles, pues mantienen relación con la política, los funcionarios y el ejército del país.
En palabras del expreso Billy Moore, quien sufrió las consecuencias de las prisiones asiáticas, recuerda que se vio en la obligación de pagar a las mafias para asegurar su protección, y gracias a las mismas se libró de las violaciones y las peleas que vio en primera persona cómo vivieron otros presos. «Allí, si no tienes dinero no eres nada. Para sobrevivir tuve que apoyarme en gente mala», aseguró Moore en una ocasión sobre su experiencia, que puede ser similar a la de Sancho en Surat Thani, quien podría estar en el foco de la atención de los mafiosos.
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