Aquella excusa del Príncipe Guillermo que refuerza a quienes le acusan de «vago»

Lo cierto es que el cáncer de Kate Middleton ha originado efectos colaterales que no muchos podían pensar. Por una parte, ha generado una profunda empatía con la Princesa de Gales por su sacrificio y esfuerzo para seguir el tratamiento. Por otra, ha surgido una enorme ola de afecto hacia la Reina Camila, que ha conseguido revertir la opinión de sus súbditos hasta convertirla en una favorita. Y luego está el caso del Príncipe Guillermo, quien marca mínimos en cotas de popularidad.

Son tiempos duros para la monarquía británica. Kate Middleton y el Rey Carlos III están en tratamiento por sus respectivos tumores mientras el Príncipe Harry está viviendo el sueño americano y ni está ni se le espera. Ante esta situación, el papel institucional ha quedado muy debilitado, con una representación en manos de muy pocas personas. En este sentido, la Reina Camila ha dado un gran paso al frente y es la figura más imponente que tiene ahora la monarquía británica ante el pueblo.

¿Y el Príncipe Guillermo? Solo se puede decir que durante estos meses se ha ganado el calificativo de «vago» por parte de la prensa que sigue los movimientos de la Corona. Le acusan de escudarse en su mujer para desaparecer de sus obligaciones institucionales y delegar en otras personas cuando no correspondía, pero sin renunciar a las ventajas de su posición. Quienes quisieron ver en su reticencia a asumir más compromisos de la agenda que quería estar más cerca de su mujer, esto ha quedado descartado si se observan las últimas comunicaciones de Kensington Palace.

Una «mentira», que así lo dice sin tapujos la prensa británica, ha quedado al descubierto. Durante la celebración de los pasados Juegos Olímpicos de París muchos daban por hecho que el Príncipe Guillermo haría acto de presencia para apoyar a los deportistas británicos desplazados a la capital francesa. Para sorpresa de todos, el hijo mayor de Carlos III no estuvo entre los muchísimos royals -incluidos los Reyes españoles Felipe VI y Letizia- que se desplazaron a orillas del Sena para mostrar su apoyo a los deportistas.

Este gesto fue duramente criticado en su día desde algunos diarios ingleses y no ha pasado inadvertido para la opinión pública inglesa, que meses después sigue recordando el suceso. A cambio, sí se desplazaron a París la Princesa Ana, hermana de Carlos III, y la Duquesa de Edimburgo, cuñada del mismo.

Fue este pasado jueves cuando el Príncipe Guillermo visitó un centro de alto rendimiento y preguntado por un nadador olímpico sobre su ausencia en París, dijo sin inmutarse: «Estaba deseando ir, pero después de leer un artículo sobre el Covid decidí que, como mi mujer continuaba con quimioterapia, no quería arriesgarme a traer el virus a casa». Entonces muchos se acordaron de que sí asistió a otros eventos masivos, más de su gusto, como la final de la Eurocopa de fútbol ante España, un concierto de Taylor Swift u a otras competiciones deportivas masculinas en Reino Unido.

Ahora mismo, la prensa británica se divide entre quienes le acusan directamente de «vago» a quienes comentan que se trata de un príncipe «selectivo», que le va solo donde le gusta ir. Ya en el verano de 2023, Reino Unido llegó a la final del Mundial femenino de fútbol en Sídney ante España y mientras la Reina Letizia y la Infanta Sofía viajaron para apoyar a su equipo, el Príncipe Guillermo se quedó en casa a pesar de ser presidente de la Asociación de Fútbol de su país (la Federación) en medio de una gran oleada de críticas. En cambio, no se suele perder ni un partido importante de la selección masculina.

Para defender su ausencia en Sídney, entonces el Príncipe Guillermo fue increíblemente creativo al excusarse en el impacto que tendría sobre la huella de carbono un viaje tan largo hasta Australia. Ahora ya casi nada cuela para un príncipe a quien le costará bastante quitarse la fama que ya se ha creado de «vago».