Dolor y rabia en Lorica (Colombia): vecinos y familiares de Edwin Arrieta claman justicia tras su muerte a manos de Daniel Sancho
El asesinato del que se acusa al chef español en Tailandia ha causado conmoción entre los habitantes de la localidad caribeña
La alternativa de Daniel Sancho para esquivar la pena de muerte: «Puede aspirar a cincuenta años de cárcel»
Imagen de una de las calles de Lorica.
Tres días de luto dispuso el alcalde de Lorica, Jorge Isaac Negrete López, para honrar la memoria de uno de los hijos distinguidos de ese municipio del Caribe colombiano, ubicado en el departamento de Córdoba.
Los 115.000 habitantes de este municipio de larga tradición comercial y agrícola todavía no superan los hechos, que siguen dando de qué hablar en la región y en la prensa de España y Colombia.
Edwin Arrieta Arteaga, médico cirujano de 44 años nacido en Lorica pero que vivía en Montería, se encontró en Tailandia con su, al parecer, pareja, Daniel Sancho (29 años), el pasado 2 de agosto. Sancho ya había llegado el 31 de julio a la isla.
Este domingo confesó haberlo matado, desmembrado y arrojado partes de su cuerpo en un basurero y en el mar lanzándolos desde un kayak, en una reconstrucción fría y espeluznante que, si bien deja clara su autoría, aún no logra la claridad necesaria para comprender por qué esta amistad, que se inició a través de las redes sociales, terminó en crimen.
Daniel Sancho denunció la desaparición de Edwin Arrieta el 3 de agosto, aunque el mismo día de su llegada a la isla de Koh Phangan, al sur del país, compró cuchillos y bolsas de basura, lo que confirmaría su intención de cometer el crimen. Por ahora, Sancho permanece encarcelado a la espera de que termine la investigación, iniciada formalmente el lunes, y que se fije la fecha de inicio del juicio, que puede durar unos cuatro meses y en el que puede enfrentarse a una condena de muerte.
El joven chef ha declarado que el origen de lo ocurrido fue una fuerte discusión que terminó en golpes, uno de los cuales habría dejado inconsciente a Arrieta y dado que el colombiano no reaccionaba, decidió desmembrarlo. En un principio aseguró: «Soy culpable, pero yo era el rehén de Edwin. Me tenía como rehén. Era una jaula de cristal, pero era una jaula. Me hizo destruir la relación con mi novia, me ha obligado a hacer cosas que nunca hubiera hecho».
Luto en Lorica y Montería
La familia de Edwin Arrieta pide justicia. Su padre, Leobaldo Arrieta, señaló este miércoles al programa local 'Así es la vida', que con la muerte de su hijo le «han quitado la vida». Mientras tanto, su hermana Darlin Arrieta y otros familiares explican que no sabían de una relación con Sancho, simplemente que tenía amigos en España, México y otros países y que el viaje, además de vacaciones, lo hacía para adquirir una máquina especial para cirugía facial, lo que explicaría que la Policía encontrara en la habitación 80.000 dólares.
Edwin Arrieta estudió Medicina en la Universidad Metropolitana de Barranquilla y se especializó en Cirugía Plástica en la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Reconocido por su amabilidad y alegría, como también por su permanente contacto y apoyo a la familia, tras varios días de silencio sin responder a los mensajes que le enviaban por WhatsApp, su hermana Darlin inició una búsqueda desesperada. En ella contactó con funcionarios del Consulado de Colombia, quienes después de indagar en hospitales y diferentes lugares no pudieron darle información de su hermano. Entonces, a través de Instagram contactó con Sancho, con quien aparecía en Tailandia, y quien le confirmó haberlo visto un día y nada más. El resto, ya casi todo se sabe.
Para la familia, sin embargo, todo el trámite judicial resulta confuso, sin fechas claras. La abogada Adriana Behaine señaló en el programa 'Hoy por Hoy' de Caracol Radio que al menos puede tardar 45 días la repatriación del cuerpo, de acuerdo con los procedimientos judiciales y diplomáticos. «Mi mamá pide que el cuerpo de mi hermano sea repatriado, porque ella quiere darle cristiana sepultura, entonces pedimos ayuda a la Cancillería, a la Embajada del Estado colombiano que nos ayuden con un abogado que sea nuestro vocero allá en Tailandia», afirmó Darlin Arrieta, además de anotar que sus padres están devastados, teme que no soporten el fuerte golpe emocional, dada su avanzada edad.
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