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La decadencia de Victoria's Secret: cuando los ángeles ya no vuelan

La firma de lencería intenta reinventarse con resultados dispares después de perder aquella enorme relevancia que tuvo

Su disruptiva apuesta ya no está en lo nuevo y original, sino en mujeres como Cher, Carla Bruni, Kate Moss o Eva Herzigova

Así fue la fiesta de Victoria's Secret organizada por Alessandra Ambrosio en un yate

Cher, durante su actuación en el último desfile de Victoria's Secret. GTRES

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Hubo un gran anuncio: «¡El gran regreso de Victoria's Secret!«. Tras seis años de parón y algunas polémicas que han dado la vuelta al mundo, la firma emprendía un nuevo camino para mostrar de nuevo a sus ángeles y, acorde a los nuevos tiempos, proponer diferentes tallas y nacionalidades. Y volvía el Victoria's Secret Fashion Show, su gran emblema, su viejo símbolo de poder. Sin embargo, muchos asistentes se quedaron confundidos al ver cómo la prometida reinvención pasaba por rostros como Cher, Carla Bruni, Kate Moss y Eva Herzigova, de 78, 56, 50 y 51 años, respectivamente.

La firma de lencería intentaba recuperar el viejo fulgor de antaño, cuando sus desfiles eran celebrados como eventos de magnitudes cósmicas que iban más allá de la pasarela. Cada ángel de Victoria era un secreto que todos querían compartir y hasta conseguían que una figura tan hermética como el Premio Nobel Bob Dylan participara de sus promociones. Sin embargo, cosas como la autocomplacencia, la falta de adaptación a los tiempos o la ausencia de ideas relevantes provocarían que aquel imperio entrara en una lenta pero incorregible decadencia. El funeral tuvo lugar en 2018, cuando se celebró el último desfile antes de la pausa de seis largos años ahora rota.

Sin embargo, son muchos los que piensan: ¿ha merecido la pena tanta espera para acabar viendo a las mismas caras de siempre? ¿Es esta la renovación y la adaptación a los nuevos tiempos que se prometía? Desde luego, ni Carla Bruni ni Kate Moss han logrado cautivar a audiencias masivas. De hecho, muchos de los y las influencers que cubrían el evento ni siquiera habían nacido cuando esas modelos comenzaban a desfilar.

Las redes sentencian: aburrido y sin alma

Las redes mostraron su decepción. Muchos sintieron que el evento estaba muy lejos de sus días de gloria, cuando los desfiles y atuendos extravagantes dominaban el mundo de la moda durante semanas después de su celebración, antes de que la compañía se enfrentara a escándalos relacionados con acusaciones de ejercer «una cultura laboral tóxica».

En el pasado, las modelos desfilaban por la pasarela con alas de plumas blancas de 3 metros, tangas y corsés, pero la nueva versión dejó a muchos fanáticos decepcionados. «Victoria's Secret regresó con el desfile más aburrido de la historia», escribió un analista en X mientras otro añadía: «Victoria Secret aún no ha escuchado nuestras demandas públicas. Este no es el desfile que queríamos. El cabello de todas es liso, no hay modelos extremadamente altas, toda la producción es diferente». Y más: «El nuevo desfile de moda de Victoria's Secret se siente tan sin alma, Dios mío... ¿y por qué están reproduciendo sonidos falsos de ovaciones de la multitud? ¿Dónde está la pasarela icónica?».

Victoria's Secret lucha contra una reputación que, por decirlo suavemente, ha ido a peor durante estos años. La marca fue lanzada en 1977 por Roy Raymond con el objetivo de crear una tienda que fuera un espacio cómodo para que los hombres compraran a sus esposas piezas de lencería 'atrevidas'. La marca se construyó sobre la base de las prendas que a los hombres les gustaría ver en sus esposas, pero esto no tuvo el final feliz que se había planeado: en 1982, Victoria's Secret estaba al borde de la quiebra. Leslie Wexner adquirió la marca e intentó salvarla, creando piezas de lencería que estaban dirigidas específicamente a las mujeres y para las mujeres. La idea tuvo éxito y la marca volvió a ascender.

Auge y caída de los ángeles

El 1 de agosto de 1995 se celebró el primer desfile de los icónicos ángeles de Victoria's Secret. Al principio todo era marketing, pero fue evolucionando hacia mucho más. Eran modelos ultradelgadas que caminaban por una pasarela luciendo escandalosas piezas de lencería, trajes extravagantes y los tacones más altos jamás vistos. De la mano de la audiencia crecería la controversia, y viceversa

 

En 2017, el director de marketing Ed Razek dijo: «Si nos preguntan si hemos considerado poner una modelo transgénero en el desfile o si hemos considerado poner una modelo de talla grande en el desfile, no, no creo que debamos hacerlo. Porque el desfile es una fantasía. Es un especial de entretenimiento de 42 minutos. Eso es lo que es». La cita provocó una justificada indignación. La audiencia del siguiente desfile de moda en 2017 cayó de 5 millones de espectadores a 3,3 millones.

Desde 2017, la marca ha cerrado una multitud de tiendas. Solo en 2020, 250 locales cerraron sus puertas para siempre. El nuevo giro parece ser volver a lo clásico. Para muchos, lo previsible, lo que nunca fue Victoria's Secret. Y el peligro, como señalan los críticos, es seguir siendo demasiado aburrido, algo que no se perdona en el mundo de la pasarela.

El debate es muy controvertido y no parece haber una solución fácil: ¿apostar por la inclusión para intentar ganar el aprecio de un nuevo público o regresar a la demanda clásica de la ensoñación, la extravagancia y el espectáculo a fuerza de parecer algo ya repetido? Da la impresión de que Victoria's Secret quiere poner todo de su parte para revertir su decadencia, pero no sabe cómo. ¿Realmente es Cher la solución?

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