Carlos III pospone su visita al Papa hasta que se «haya recuperado»
El Rey de Inglaterra pretendía visitar El Vaticano el próximo mes de abril
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La visita oficial del rey Carlos III y la reina Camila al Vaticano en abril se ha aplazado «de común acuerdo», ha desvelado este martes el Palacio de Buckingham. Una decisión que contradice las informaciones de hace solo unos días. Después de que el papa Francisco se haya pasado casi 40 días ingresado y convaleciente, los médicos consideran que le corresponde un tiempo de descanso para terminar de recuperarse.
«Sus Majestades le envían sus mejores deseos de convalecencia y esperan visitarlo en la Santa Sede una vez que se haya recuperado», asegura el comunicado que la Familia Real ha hecho llegar. Sin embargo, este cambio de planes no significa que su agenda cambie definitivamente. Carlos III y su mujer, la Reina Camilla, mantienen su viaje a Italia para las mismas fechas de abril, aunque no pasarán por El Vaticano.
Se trata de una visita de Estado que tendrá lugar entre el 7 y el 10 de abril para celebrar las relaciones bilaterales entre Reino Unido e Italia. Aunque la visita al Papa suponía también un guiño al desarrollo positivo entre la Iglesia Católica y la de Inglaterra. Además, planeado en el jubileo para que fuera todavía más especial. Esta importancia a apreciarse en la especial agenda que estaba planeada: el Rey iba a tener el honor de recibir la eucaristía en la Capilla Sixtina, entre otras citas históricas.
Aunque los planes se hayan pospuesto se espera que en el futuro se retomen con estos mismos simbólicos detalles. Por el momento, se mantienen las visitas a Roma y Ravenna, donde el rey Carlos se convertirá en el primer monarca en dirigirse al parlamento italiano.
Según publican los medios británicos, Carlos III habría escrito al papa Francisco al comienzo de su convalecencia por una doble neumonía. Posiblemente para desearle una pronta recuperación, sobre todo por la preocupación que existía hace solo unas semanas acerca de la potencial recuperación del pontífice. Por su parte, el monarca británico sigue luchando contra su propia enfermedad.
Hace ya un año que se conoció que Carlos III tenía cáncer. Un mazazo para la Familia Real británica menos de dos años después de la muerte de Isabel II y mientras la Princesa Kate lidiaba con su propio diagnóstico. Además, en una monarquía diezmada por la salida del Príncipe Harry y Meghan de la primera línea de la Casa Real. Sin embargo, el Rey ha permanecido siempre visible, con breves periodos de descanso en sus funciones para tratarse.
Esta semana se ha conocido que Carlos III ha dejado de lado su tratamiento de quimioterapia para probar opciones alternativas.
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