Arantxa Sánchez Vicario llora mientras Josep Santacana sonríe

Quieren la independencia, que nunca tuvieron, porque Cataluña siempre fue un condado del Reino de Aragón, pero nunca tuvo independencia. El catalán no se habló hasta principios del siglo XX. Antes se hablaba un provenzal no puro. Luego crearon una lengua medió mallorquina y medió valenciana. Todo es un invento de cuatro individuos con afán político. Una auténtica vergüenza para Europa, cuya capacidad de encaje en un caso así, los tiene perplejos y acrecienta la antigua teoría de que su continente terminaba en los Pirineos.

Todo por el odio al orden establecido, por un ansia de poder irrefrenable, por un aterrador miedo a la derecha, como si en otros países cercanos no gobernase el centro-derecha o simplemente la derecha. Pero, en fin, no sé por cuánto tiempo voy a ser ciudadano del Reino de España o cuantas repúblicas tendremos que atravesar para cruzar los Pirineos. De momento tengo un pasaporte en regla, aunque lo mismo tenga que cambiarlo o canjearlo porque las circunstancias me obliguen a ello.

Los españoles no tenemos solución, de esto no me cabe la menor duda. Y ahora mucho menos porque estamos hartos, cansados, preocupados sin esperanza. Como se decía antiguamente: Dios nos coja confesados.

Como al margen de todo esto, la vida continua y a mis amigos se les siguen casando hijos y yo ya he asistido a tres bodas y a punto de ir a la cuarta, he viajado a Granada para un programa de radio en el patio circular del Palacio de Carlos V en la Alhambra y he podido comprobar la multitud de gente que visita los palacios del Generalife, con gran afluencia de turistas musulmanes con cara de instalar en algunas de las salas del trono, los cuartos de juego de sus retoños.

En Ifema se celebró el desfile del modisto Jorge Vázquez con una colección muy chic, muy atractiva, con unos diseños de un corte depurado y un estilo muy elegante. Fabulosa la puesta en escena con una decoración de Floreale y la actuación en vivo de la orquesta Chattanooga. Fuera de la pasarela, Miguel Marinero presentó una colección cápsula con unos vestidos de gasa muy atractivos y favorecedores.

El juicio de Arantxa Sánchez Vicario y de su exmarido, Josep Santacana, acapara la atención de la prensa. Explicaciones de una y otra parte. La tenista presuntamente arruinada y con deudas. Santacana con aire de que «no sé nada, pasaba por aquí y me vi envuelto en esto». Ella, llora. Él, con permanente sonrisa. Ella dice que vive gracias a sus amigos. Él asegura que ella se ha comprado un coche y que envía a sus hijos a colegios de pago, cosa no estrictamente cierta. Ella jugaba al tenis. Él aconsejaba las inversiones de ella. Los padres de ella desaconsejaron la boda. Ella no hizo caso y se casó.