Angelina Jolie declara la guerra al FBI

Seis años después del conflictivo vuelo familiar a bordo de un jet privado, Angelina Jolie no se ha rendido en su batalla contra Brad Pitt, al que acusa de convertir ese viaje en una pesadilla, con agresiones físicas, verbales y una actitud amenazante durante toda la travesía. En su momento, la actriz interpuso una denuncia que, meses después, desestimó el Departamento para la Infancia y la Familia del condado de Los Ángeles. La resolución se publicó el 14 de septiembre de 2016. El 19, cinco días más tarde, los abogados de la actriz presentaron la solicitud de divorcio por «diferencias irreconciliables». Por su parte, el FBI anunció el fin de una investigación al no hallar indicios suficientes y señaló que «no se presentaron cargos».

En abril de este año, seis años después del fatídico vuelo, se presentó una demanda contra el FBI por el cierre de dicha investigación. Ahora se ha descubierto que la demandante no es otra que Angelina Jolie, que busca más madera para no apagar el fuego de su interminable batalla judicial contra su exmarido: la custodia de sus cinco hijos (inicialmente fue para ella, ahora es compartida) y los viñedos y la bodega francesa Château Miraval (pasan a ser propiedad de Jolie a pesar de ser un proyecto personal de Pitt, cuyo valor actual está estimado en unos 165 millones de euros) son dos de los elementos clave de un conflicto que no tiene visos de terminar. La demanda interpuesta contra el FBI exige toda la documentación para realizar una valoración independiente que certifique que el caso no debió cerrarse.

De conseguirlo, pedirá una indemnización contra la agencia de inteligencia al tiempo que volvería a presentar denuncia contra Brad Pitt. Angelina mantiene que su ex marido la agarró del cuello, que la insultó por no controlar a sus hijos, que amenazó a los pequeños, que iba borracho y no se mantenía en pie, lo que provocó que arrojase cerveza al suelo… Los únicos testigos de los hechos son los niños, todos ellos menores de edad.