El amplio ático de Concha Velasco que tuvo que vender para pagar a Hacienda
La actriz pasó por algunos baches económicos a la hora de hacer frente a sus gastos y a los pagos a Agencia Tributaria
Juanjo Puigcorbé, el actor independentista que entró en política y que ahora reniega de Cataluña
Concha Velasco en diez películas inolvidables
![Concha Velasco en 2018](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/gente/2024/01/10/concha-velasco-2018-kZCE-U601079164233DAD-1200x840@abc.jpg)
El 2 de diciembre del pasado 2023, Concha Velasco fallecía en el hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, en Madrid, a los 84 años de edad. Ella, que quería ser artista desde siempre, vivió por y para los escenarios hasta que su salud se lo pudo permitir, siendo una de las actrices más importantes de nuestro país.
Películas, series y mucho teatro fueron los escenarios donde Concha dejó huella, pero no solo como actriz, pues también fue cantante, bailarina y presentadora de televisión. 'La chica Yeyé', en sus más de 65 años de carrera profesional, atesoró galardones como el Goya de Honor, el Premio Nacional de Teatro, el Ondas Nacional de Televisión al Mejor Intérprete Femenino en Ficción o el Fotogramas de Plata a mejor actriz de teatro, entre otros.
Pero, entre tanto trabajo y tanta gloria, las sombras también estaban presentes y, en algunos momentos de su vida adulta, además de las complicaciones de salud, los problemas económicos también supusieron varios quebraderos de cabeza para la eterna Conchita Velasco.
Un proceso doloroso
Estos inconvenientes se dieron principalmente por problemas con Hacienda, tal como indicaba en una entrevista a 'Semana': «Yo antes pedía plazos y me los concedían. Pero ya no me los daban. No había otra solución. Yo no quería aparecer en la prensa por esto. Sale mucha gente diciendo: 'Me han engañado'. No, no te han engañado. Hay que pagar. A mí no me ha engañado nadie. Lo que pasa es que se podía haber hecho mejor (…)».
Y continuaba indicando: «He tenido una vez más que vender todas mis cosas para seguir adelante y no se reacciona igual cuando se tienen 18, 20 o 40 años que ahora con 79. Ha sido la quinceava vez que yo me he cambiado de casa. ¿Tú crees que eso es posible? He tenido que dejar todas mis cosas en un guardamuebles. Me voy a poner a llorar. He pagado a Hacienda, ya no debo nada, pero ha sido doloroso».
Según se pudo conocer por varios medios, uno de los últimos grandes tesoros que Concha tuvo que vender fue su ático en Sanchinarro, de 90 metros cuadrados y una terraza impresionante, la casa que más sentía como un auténtico hogar.
Una estantería llena de premios, fotografías y libros
En otra entrevista con la citada 'Semana', entraban a este piso donde Concha se abría en la intimidad de su casa. Según se describe, la vivienda era amplia y luminosa gracias al gran ventanal de su salón y a la gran terraza. Uno de los lugares que más llaman la atención era el salón, espacioso y con una estantería grande, sobre la que se posaban fotografías, como las de Paco Marsó, del que se divorció en 2005.
![Concha Velasco en 2014](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/gente/2024/01/10/concha-velasco-2014-kZCE--624x350@abc.jpg)
En estas baldas también se podían encontrar numerosos libros y la mayoría de los muchos premios que recibió en su trayectoria artística. Según confesaba a la revista, entre las casas que tuvo «este es el piso en el que mejor vivo, porque están todas mis cosas, mi vida, mis premios, mis libros. Es el definitivo». Por ello fue una de las mayores pérdidas a las que tuvo que hacer frente para ponerse al día con Hacienda, y tiempo después tener que ingresar en una residencia en la que estar siempre atendida.
Además del salón, la terraza del ático de Concha sustituyó al jardín de La Moraleja, y poco lo echaba de menos, pues este espacio con vistas era uno de sus refugios en el que pasaba horas. Como curiosidad, este gran balcón tenía instalado un futbolón de color azul y verde.
Además de posar con sus galardones y un ejemplar antiguo de 'Semana' del que era portada, también nos dejó adentrarnos como público hasta su dormitorio, en el que una gran cama llena de cojines y con un cabecero tapizado son los protagonistas. No faltan los cuadros, de nuevo fotografías, una cruz de Cristo, algunas lámparas y una gran ventana que ilumina toda la estancia.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete