Los abogados de Arrieta confían en probar que Daniel Sancho cometió un asesinato premeditado
Ambos bandos perfilan sus estrategias de cara al comienzo del juicio con la pena de muerte sobre la mesa
Daniel Sancho, ante su destino: comienza el juicio en Tailandia
Podcast, episodio 1 | Daniel, Edwin y Tailandia: el último viaje
Podcast, episodio 2 | Un cuchillo, unas bolsas y un kayak: crimen en el paraíso
Koh Samui es tierra de bañadores, no de togas. Aún así, la paradisiaca isla tailandesa se convertirá en escenario para la confrontación de relatos, argumentos y otros ardides procesales cuando este martes comience el juicio oral contra Daniel Sancho, acusado de asesinar y desmembrar a Edwin Arrieta, un litigio en el que un cadáver y un hombre se disputan la condición de víctima.
Acentuando la estridencia entre el idílico entorno, el macabro crimen y su epílogo jurídico, los representantes legales de la familia de Arrieta han concedido hoy una rueda de prensa con el horizonte marítimo del golfo de Siam por decorado. Estos, personados como coacusación junto a la Fiscalía tailandesa, han manifestado confianza en su capacidad de probar que medió premeditación, cuestión esencial que determinará la sentencia.
«Daniel Sancho vino a Tailandia para terminar con la vida de Edwin Arrieta. Hemos llegado a esta conclusión a través de todas las evidencias que a partir de mañana van a empezar a desplegarse en el juicio, tanto en los actos preconcebidos anteriores a su muerte, como son la compra de un cuchillo, una sierra, bolsas o incluso cinta, como en los posteriores, porque a continuación hizo desaparecer el cadáver y su documentación», ha saludado Beatriz Uriarte, letrada de Ospina Abogados.
La defensa del cocinero español, por contra, planteará que este trató de defenderse de una supuesta agresión sexual y durante el forcejeo posterior Arrieta falleció a causa de un impacto fortuito en la cabeza. Así, Sancho solo reconocerá el último de los tres delitos que afronta –asesinato premeditado, destrucción de documentación ajena, profanación y ocultación del cuerpo–, penado con un año de cárcel como máximo.
Para ello, sus abogados tratarán de presentar al colombiano como un individuo problemático, retrato que podría sustentarse en el testimonio de varios testigos protegidos en el extranjero. Ante esta posibilidad, Juan Gonzalo Ospina ha adelantado que «ejerceremos con la máxima contundencia y perseguiremos cualquier mentira, falso testimonio o atentado contra el honor» de los Arrieta.
Interrogantes sin respuesta
«Entendemos que [Sancho] buscaba que pasara desapercibido, que nadie supiera que había acabado con la vida de Arrieta, y llegamos a esa conclusión en primer lugar porque pocas personas conocían esta relación, ni siquiera la familia», ha añadido el letrado, quien ha destacado el papel de la hermana de la víctima, Darling Arrieta, en la investigación.
«Tiene conocimiento de que Edwin estaba en Tailandia con Daniel a través de Instagram por una cuestión prácticamente fortuita. De manera muy rápida siente que algo le ha pasado a su hermano, llama corriendo a la embajada de Colombia para comunicar esa desaparición, la embajada se pone en contacto con la policía y la policía informa de que escasas horas antes han encontrado los restos de una persona», ha relatado Ospina.
«Ella insiste en que se ponga una denuncia, Sancho acude a comisaría, la policía le sigue y así llegan a la habitación». Allí, el olor a sangre y productos químicos alerta de inmediato a los agentes, quienes deciden inspeccionar las cañerías. «Es entonces cuando Sancho confiesa, entendemos que de manera espontánea».
El esclarecimiento de lo sucedido topa sin embargo con una traba sustancial: la autopsia no ha podido determinar la causa de la muerte, dado que partes del cuerpo no han aparecido. «Fue una muerte violenta pero, efectivamente, no consta si fue por un apuñalamiento en el corazón, en el cuello o un golpe en la cabeza», ha reconocido Ospina, quien acto seguido ha minimizado la trascendencia de esta incógnita. «No se puede detallar el cómo pero sí las circunstancias. [...] No son pocos los juicios en España, entre ellos el trágico caso de Marta del Castillo, donde no se ha encontrado el cadáver y aún así se ha acabado dictando una sentencia condenatoria por asesinato».
¿Qué sería para los Arrieta, por tanto, un veredicto justo? «La familia espera que haya justicia en el sentido de que queden probados los hechos que consideran tuvieron lugar, es decir, acercarse a la realidad. Ellos entienden que se trata de un asesinato premeditado». De ser así, Sancho podría afrontar hasta la pena de muerte. En esta contienda de relatos, el tránsito de los hechos a los hechos probados pasa, togas mediante, por Koh Samui.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete