Hazte premium Hazte premium

William Levy, el guapo de la primavera

Ahí donde va el actor, hay que reforzar la seguridad

Levy relata cómo se jugó la vida para escapar de Cuba

Ángel Antonio Herrera

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Lunes

Lo que le faltaba a Froilán , ese exótico, es convertirse en una noticia falsa. Es como si de pronto Froilán no existiera, pero resulta que sí existe. Le han dado por secuestrado en un chalé de Ibiza, pero él no estaba en ese chalé ... asaltado. Más allá de la noticia sin noticia, que es hoy moda, Froilán es y no es Froilán. Quiero decir que el chico ya pegó el estirón, al cumplir dieciocho, y de paso nos dio el susto de conocerle serio de pronto, como hablando con la barba ya puesta. De modo que iba quedando lejos el profesional de la travesura que fue, de crío alegre. Tenemos, ya, a un zagalón, con lo que le hemos ido pillando por ahí metido en jarana o botellón de agua mineral. Está siempre a un rato de echarse novia, o de dejar a la novia. Quiero decir que sale de marcha, como procede y hasta conviene en la peña de su edad, seas o no seas el primer nieto de Don Juan Carlos. Froilán viene de colegios extranjeros, donde tuvo algún momento medio averiado, y cubrió dos años de estudios de éxito en la academia militar de Florida. Por ahí ya le afean a veces que vaya con malas compañías, porque se acompaña a ratos de algún colega versado en la noche madrileña, pero yo creo que va con buenas compañías, porque ha escogido gente que conoce el paño fino del asueto, zona vip, eso sí, y se conduce entre amigos. Lo que vemos, con este Froilán que ya ha pegado definitivamente el estirón, es que sabe mucho de toreros, el tío, y que mueve muchas quinielas sobre si toma la Coca-Cola con hielo o sin hielo, sobre si tiene novieta o no tiene novieta, sobre si regresa tarde a casa o no regresa tarde a casa. Me consta que a los padres, tan ilustres, les preocupa un Froilán con la prensa a cuestas, en España, porque prefieren para él una vida sin focos, pero va a ser difícil. Pasa ya igual con su hermana, Victoria Federica. Les preocupa a los padres que sean a menudo chicos de mucho escaparate, cada uno a su manera. Froilán ya tiene veintitantos años, y habla con barba. Aunque la barba no acaba de salirle del todo. Por ahí aún se parece un poco al crío que ajetreaba en las bodas de alto boato internacional.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación