Hunter Biden, las escandalosas memorias del hijo rebelde del presidente de EE.UU.
En ellas habla de su adicción a las drogas y sus turbios negocios que casi le cuestan la campaña a su padre
Biden y su hijo
Cuando uno se lleva a casa las memorias del hijo de un presidente de los Estados Unidos -que además ha sido vicepresidente junto a Barack Obama -, lo que espera encontrar es un relato sobre el poder y una radiografía de la política norteamericana. ... Sin embargo, lo que los lectores de las memorias de Hunter Biden (51 años), que salen a la venta el próximo 6 de abril, van a encontrar en sus páginas son anécdotas de tremenda sordidez: «Compraba crack y cocaína en las calles de Washington y cocinaba mi propia mezcla en un bungalow del hotel en Los Ángeles. Estaba tan desesperado por beber que era incapaz de hacer el recorrido de la tienda a casa sin abrir la botella y dar un trago».
En esos años perdidos entre el lumpen, perdió 9 kilos por una dieta a base de Doritos, cortezas de cerdo y sopa de ramen; le apuntaron con un arma en la cara en varias ocasiones por asaltos y deudas de droga, y compartió su piso con el sin techo que le hacía el trapicheo diario para su dosis. Sobre esta experiencia, relata que «fue una relación simbiótica. Éramos dos adictos al crack incapaces de encontrar la salida en una bolsa de papel. Una farsa de crack en un acto», escribe en el libro, como han recogido ‘The New York Times’ o ‘The Guardian’.
Este personal descenso a los infiernos se produjo tras la agónica muerte de su hermano Beau , al que estaba especialmente unido, víctima de un cáncer cerebral a los 46 años. Fue en 2015, pero Hunter aun arrastraba el trauma del accidente de tráfico que le costó la vida a su madre, Neilia Hunter Biden , y a su hermana, Naomi , de apenas 13 meses. Nunca llegaron a casa para poner el árbol en las Navidades de 1972. Hunter tenía 3 años, pero el recuerdo de aquella tragedia le ha acompañado toda la vida. Además, el ‘Daily Mail’ ha publicado los correos electrónicos entre Hunter y su ex esposa, Kathleen , que le perdonó su debilidad con las drogas y las prostitutas , pero no que tuviera un romance con Hallie, la viuda de su hermano Beau: «Te dejo porque tienes una aventura y has sido emocionalmente abusivo (…) Encontré tus frascos de Viagra y Cialis, tus compras de billetes de avión y joyas».
Además, el matrimonio había llegado a un acuerdo de convivencia a cambio de que Hunter permaneciera sobrio. Cuando cayó en todas las tentaciones, Kathleen decidió cortar por lo sano en 2019. Pero Hunter duró poco separado: conoció a la activista sudafricana Melissa Cohen (32 años) y en dos semanas ya estaban casados.
Abogado, padre de cinco hijos, ha sido investigado por supuestos delitos fiscales y por recibir regalos (un diamante de 2,8 kilates valorados en 750,000 euros) de un grupo energético chino. Hunter ha contado su historia, su versión.
Los cineastas Phelim McAleer y Ann McElhinney , irlandeses ultraconservadores, tienen otra muy distinta, una que le acusa de llevar una vida elitista y rodeada de corrupción. ‘My son Hunter’ es la película que esperan rodar este verano en Serbia con el actor Laurence Fox de protagonista. Pero gracias al libro, Hunter dispara primero.