Alexia de Holanda, la princesa que va de moderna porque canta
Comparte internado galés con la princesa Leonor, aunque para ella dicen ha sido un castigo. Segunda en la línea de sucesión, quiso participar en la ‘Voz Kids’ de Holanda y su mayor escándalo con 16 años es haber grabado un TikTok
![Alexia de Holanda, durante el pasado mes de julio en el posado veraniego de la familia real de Holanda](https://s2.abcstatics.com/media/gente/2021/09/05/alexia-kg6B--1248x698@abc.jpg)
Con 16 años recién cumplidos, Alexia de Holanda ha sido bautizada por la prensa como la ‘princesa rebelde’. Es lo que tiene ser la mediana de tres hermanas que viven en un palacio de los Países Bajos, pero este título extraoficial se entiende ... por tantas películas y series americanas en las que las herederas se fugan y se enamoran de plebeyos para llamar la atención en plena adolescencia. De momento, la princesa Alexia no tiene cuenta personal de Instagram aunque sí muchas no oficiales de fans con miles de seguidores y quien sabe si algún perfil oculto desde el que poder estar en la onda. Juega al hockey, le gusta cantar y toca la guitarra, una afición que ha heredado de su madre, que está lejos de ser una rebelde.
Alexia es una adolescente que se comporta como tal, aunque hasta ahora ha sabido mantenerse respetuosa con el protocolo real y no ha protagonizado ningún escándalo. Lo único fuera de lo común para una princesa es su deseo de participar en ‘La Voz Kids’ de Holanda , su atracción creativa por TikTok y por compartir un vídeo haciendo ‘playback’ junto a dos amigas de la canción ‘In the party’ de la rapera Flo Milli. Su padre, el Rey Guillermo, es un hombre permisivo que no olvida lo que su familia representa para el país. Precisamente, ha sido su Alteza quien les ha inculcado a sus hijas la importancia de conectar con la nueva sociedad, de conocer la vida de las ciudadanía, de equivocarse y aprender de los errores. Tanto él como su mujer, Máxima de Holanda , han expresado en varias ocasiones lo estresante que resulta criar a tres chicas jóvenes en un palacio. Hasta el punto de que el Rey ha hecho un pacto con los guardias de seguridad y prefiere no saber lo que hacen cuando salen: la única orden es que siempre estén a salvo.
Dicen que ha sido él quien ha animado a su hija Alexia a cursar los dos años de bachillerato internacional en el Atlantic College de Gales. Como buen exalumno de la promoción del 85, lo entiende como una buena oportunidad para descubrir y entender el mundo. «Fue una sorpresa total para nosotros que la heredera española también vaya a Atlantic College . Alexia y Leonor se conocen, y probablemente se lleven bien», dijo el Rey de Holanda en una entrevista, mientras pedía para ambas la imprescindible privacidad que necesitan para ser unas alumnas más. Pero como a cualquier padre, la emoción y la nostalgia le invadieron hace unos días cuando le hizo una foto a Alexia a las puertas de su residencia, el Palacio de Huis Ten Bosch, el mismo día que se marchaba a Gales. La joven aparecía con una gran sonrisa –con la que evitaba los rumores que aseguraban que su etapa en el internado se la había tomado como castigo–, con el pelo recogido y vistiendo unos vaqueros rotos, una camisa a cuadros rojos , zapatillas deportivas, las uñas pintadas de negro y luciendo varias joyas además de llevar colgada su guitarra. Esa imagen la aleja mucho de la de la princesa Leonor, con quien coincidirá en alguna asignatura o en las zonas comunes. Y aunque a simple vista parezca que no tienen nada en común, a las dos se las ve aliviadas y felices de haber conseguido un poco más de libertad.
Están en la edad de descubrir cosas nuevas, de hacer nuevas amistados. Alexia tiene un móvil usado que pertenecía a sus padres, pero no sabemos si Leonor llevará el suyo. Y no crean que, aunque vaya de moderna, va a tener mucho tiempo para juergas en el ‘hippie Hogwarts’ , como lo han bautizado algunos tabloides británicos por su parecido con el castillo de Harry Potter y su multiculturalidad. Allí también hay reglas: un tutor vigila que los alumnos hagan las tareas y estén en casa a las diez de la noche entre semana, una hora más tarde durante los fines de semana. Pronto comprobaremos la influencia de la escuela en la princesa, que en unos meses puede regresar convertida en una Julie Andrews al mejor estilo de ‘Sonrisas y lágrimas’. Tal vez para entonces cambie el rap por el do, re, mi, fa, sol.
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