Gastronomía
Cenar, apostar, bailar: así son las noches en el Hipódromo de la Zarzuela
Las veladas de los jueves y los sábados el dos estrellas Michelin Ramón Freixa ofrece un menú degustación que complementa la oferta de ocio de este espacio histórico de Madrid

El Hipódromo de la Zarzuela es mucho más que un símbolo para la capital, más que un recuerdo del pasado 'chic' que antaño reunía a la 'jet set' para pavonearse en su 'pelouse'. Es presente de una ciudad que vibra aún cuando la mayoría huye a colonizar de forma estival la costa y la montaña. Basta con acercarse un jueves o un sábado –hasta el 11 de agosto– para ver lo que se cuece, literalmente, en esta joya de la arquitectura y Bien de Interés Cultural que legaron Carlos Arniches, Martín Domínguez y el ingeniero Eduardo Torroja para lustre del punto kilométrico 7,8 de la carretera de La Coruña.
Un refugio veraniego y nocturno que además de carreras y apuestas, acoge una nutrida oferta de gastronomía en la que destaca el 'pop up' Calor del dos estrellas Michelin Ramón Freixa. Tres carreras por velada garantizan la emoción a pie de la pista en sus mesas, lo suficientemente cerca como para sentir el galope de los purasangres. Todo ello mientras llega a la mesa un menú con los guiños de alta cocina del chef catalán con una propuesta pensada para disfrutar, con algunos entrantes para compartir como la 'burrata caprese' inyectada de albahaca y tartar de tomate, las quesadillas de cochinillo confitado con mole poblano o su clásico bikini trufado.
Cocina clásica para continuar: desde un jarrete de ternera glaseado con puré de patatas al queso Idiazábal –para dos personas– a los tartares de atún rojo –este con aguacate, huevos fritos y alga 'nori' en tempura– y de ternera gallega, o el lomo de merluza gratinado con muselina de ajo. No obstante, este menú –60 euros por persona, sin bebida, y con la entrada incluida al recinto– puede introducir novedades cada jornada de carreras.



Su bodega cuenta con un abanico suficiente de posibilidades, con opciones asequibles para una velada sin grandes lujos o todo lo contrario con referencias como Louis Roederer en 'champagne', burdeos como Château La Fleur-Petrus, o nacionales como Vega Sicilia Único. A ello se suma una docena de recetas de coctelería clásica que disfrutar al inicio de la cena o tras los postres –un milhojas de chocolate crujiente con avellanas caramelizadas o un 'frozen lemon pie'–. Desde un sencillo Chandon Spritz en el aperitivo hasta un refrescante y canónico Tom Collins.
'Foodtrucks' y música en directo
El marco de 'Las Noches del Hipódromo' incluye música en directo durante la sesión de los sábados. Además del menú degustación de Ramón Freixa en Calor, el recinto reúne una gran variedad de opciones para tomar algo: 16 'foodtrucks' –con propuestas de todo tipo que parten desde una hamburguesa hasta un bocadillo de jamón–.
En el anfiteatro del hipódromo se sitúa Villa Panthera y la cocina fusión diseñada por el chef Luis Arévalo, maestro de la cocina 'nikkei' en España. A medianoche se transforma en club para beber y bailar al son de ritmos tribales y latinos. En el palco sur se encuentra el espacio temporal que ha creado Casa Suecia para estas veladas estivales. Su terraza, para tomar cócteles y combinados, está frente a la línea de meta.
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