DeTapeo
Brutal Inclán Bar, el restaurante de Madrid que presume de ser puro esperpento
Este céntrico local, con una sobredosis decorativa en torno a la figura genial de Ramón María del Valle-Inclán, aúna cocina, coctelería y ocio desenfadado
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En Álvarez Gato, 4, los espejos cóncavos y convexos que hizo célebres el personaje de Max Estrella en la obra cumbre de Ramón María del Valle-Inclán, 'Luces de Bohemia', siguen deformando la realidad de una ciudad vibrante que encuentra aún más jarana en espacios como Inclán Brutal Bar. Un guiño al genio del esperpento en el nombre de un local con una llamativa y gamberra vajilla de José Piñero.
Todo roza ese toque 'canalla' e informal con una carta –ideada por Joaquín Felipe, chef de otros espacios en Madrid como MamaQuilla y Varra– con clásicos revisitados como las croquetas de jamón –de generoso tamaño– que llegan sobre la figura de un cerdo dorado (12 euros, 6 unidades) o las bravas con salsa chipotle servidas sobre la simulación de una patata abierta (9).
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Una carta que permite medias raciones y que da protagonismo a elaboraciones de siempre como los escabeches y a sabores castizos como la oreja
También cuenta con hits importados como los 'saam' con panceta teriyaki confitada, chipotle, pepinillo encurtido y corteza crujiente con pimentón dulce emplatados en el lomo de un colorido dragón de cerámica (14, 3 uds.). O unos 'baos' de pollo crujiente 'ras el hanout' o de costilla confitada que descansan sobre la barriga de un oso panda (7 cada unidad).
Hay una sobredosis de brillo, terciopelo y neón desde que se accede por la puerta. No es un local al que acudir si se busca tranquilidad. El espectáculo forma parte de su naturaleza –siempre hay música y a veces una solista actúa entre las mesas, entre otras performances–.
Brutal Inclán Bar
- Qué pedir: el 'saam' con panceta teriyaki confitada o las bravas con salsa chipotle.
- Perfecto para: comer bebiendo cócteles.
- Precio de la caña: 2,50 euros.
- Precio de las bravas: 9 euros.
- Dirección: calle de Álvarez Gato, 4. Madrid
También lo hay en alguno de sus platos como la burrata con fresas encurtidas (15) que se inyecta ante el comensal con una emulsión de albahaca y un 'Bloody Mary' sin alcohol. Hay platos más 'serios' como el arroz meloso con pato (16) o el 'del señorito' (37) en paella o el 'steak tartar' a cuchillo (16).
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La parte de dulce ofrece una tarta de queso (9), un tiramisú en una cafetera italiana multicolor (9) o unos castizos barquillos de galleta con crema de cacao y avellanas (9). Dispone de una barra de coctelería con y sin alcohol para quienes disfrutan comiendo con tragos.
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