Crítica
Beluga: terraza amplia, menú degustación y arroces notables en el centro de Málaga
El alicantino Diego René cuenta con otros dos establecimientos informales en la ciudad: Pez Wanda y Kraken
Besta, el restaurante de Barcelona que huye de la cocina clónica y une el Atlántico y el Mediterráneo
Cocina mediterránea que une Alicante con Málaga. Diego René comenzó trabajando en el restaurante familiar de la isla de Tabarca y tras un recorrido por algunos destacados restaurantes españoles acabó recalando en Málaga, donde es propietario de dos establecimientos informales, Pez Wanda y Kraken, y de este Beluga, con más aspiraciones gastronómicas. Situado en el centro de la capital malagueña, zona muy concurrida de la que sin embargo se aísla del bullicio callejero gracias a una terraza amplia y elegante, con detalles muy cuidados, incluidos manteles en las mesas.
La oferta incluye carta, dos menús degustación y un atractivo apartado de arroces, siete en total (entre 20 y 28 euros), que además se sirven de manera individual. Arroces para uno, vieja reivindicación de quien esto firma. Una interesante propuesta levantino-mediterránea en la que están presentes los orígenes alicantinos del cocinero, con platos por lo general bien elaborados más enfocados al mar que a la tierra. Sobre todo en el menú degustación largo (95 euros), muy coherente en su desarrollo.
Se abre este menú con aperitivos como la porrilla de mar, en la que se cambia el tomate por algas y almejas. Plato sabroso y muy fresco. Con el rodaballo como protagonista siguen tres pequeños bocados: emblanco malagueño con puerro, su caldo mantecado con huevas de arenque y un buñuelo de su brandada. Notables los dos primeros, regular el tercero, con masa algo pesada y poco sabor. Curioso el bogavante en salpicón de hinojo y naranja en el que aparecen de nuevo, como en la porrilla, intensos toques ácidos.
Enlazando Málaga y Alicante el ajoblanco, de excelente textura, con mojama y caballa. Forma parte de un pequeño bloque centrado en las semisalazones de San Pedro del Pinatar. Los otros no están a la altura de este primero. El bonito queda anulado por el invasivo polvo de salmorreta que lo recubre, y la crema de almendra tierna con hueva de mújol resulta bastante anodina. Mucho mejor la 'tonyina' de sorra (ijada de atún) acompañada por una coca tradicional y con un caldo de cebolla para suavizar.
A esta altura del menú aparece el pan, con tomate y un estupendo alioli de mortero. Sigue una fideuá vegetal en la que tiras de seta enoki sustituyen a los fideos con una textura muy especial que no acaba de convencerme. Van con tartar de calamar, su tinta y limón encurtido. Especialmente bueno el caldero de pescadores tabarquino, a base lubina, patatas en puré y de nuevo el logrado alioli.
Restaurante Beluga
- Dirección: Plaza de las Flores, 3. Málaga. Tel. 952 21 42 53. No cierra. Terraza. belugamalaga.es
- Lo mejor: los platos con raíces alicantinas.
- Precio medio: 80 euros. Menús degustación, 75 y 95 euros.
- Calificación: 7.
Termina la parte salada del menú con un arroz. En este caso de jamón ibérico de Dehesa de los Monteros. Huesos y grasa como ingredientes que proporcionan un sabor potente, con un agradable toque rancio. Notable arroz que de nuevo llega acompañado por el alioli.
MÁS INFORMACIÓN
Una buena crema de queso payoyo con sorbete de cereza y una tarta alicantina ponen fin a un menú atractivo pese a algunos altibajos. La carta de vinos, seleccionada con criterio, y un equipo de sala amable completan la buena impresión.
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