Lo que tienes que saber y hacer cuando tus hijos se peleen, según Harvard
La doctora Claire McCarthy ofrece una serie de consejos para afrontar dichas situaciones
![Las peleas suelen ser normales entre hermanos](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/familia/2023/01/11/peleas-hijos-RaXIny70xjksLCH6RYqCmRM-1200x840@abc.jpg)
Discusiones, manotazos, insultos... Los hermanos se pelean. Uno más que otros y, en numerosas ocasiones, este tipo de situaciones no sólo forman parte de la vida, sino que, además, pueden llegar a influir negativamente en su desarrollo y en su manera de relacionarse con la familia y el entorno.
De hecho, según el estudio 'Dinámicas familiares y bienestar de los jóvenes adultos: El papel mediador del acoso entre hermanos' (2021), publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (National Library of Medicine) relaciona el acoso entre hermanos con una menor sensación de competencia, satisfacción vital y autoestima en los adultos jóvenes, tal y como recuerda la doctora Claire McCarthy en un artículo publicado en 'Harvard Health Publishing'.
«Investigaciones anteriores descubrieron que ser acosado por un hermano duplica el riesgo de depresión y autolesiones en la edad adulta temprana. Aunque no solemos considerar las peleas y los insultos entre hermanos como acoso escolar, la realidad es que los niños pueden tener esa sensación», explica McCarthy, pediatra en el Boston Children's Hospital y profesora adjunta de pediatría en Harvard Medical School.
Ante esta situación, la doctora ofrece una serie de estrategias para afrontar la rivalidad entre hermanos, que conviene observar con detenimiento y analizar las peleas:
Huye de las comparaciones
«Cada niño es diferente», insiste McCarthy. Es decir, los hijos nunca son iguales pero no por eso uno es peor que los demás. «Aunque las comparaciones son naturales e inevitables, tenga cuidado de no comparar de forma que un menor parezca mejor que el otro», asegura.
Sé consciente de tus prejuicios
Todos prejuzgamos. Los padres, también. Por eso, la experta aconseja: «Sé consciente de ello y ten cuidado con lo que dices y haces. En la medida de lo posible, intenta transmitir con tus actos que quieres y valoras a todos tus hijos».
Hermanos
Según la experta, padres y madres deben ser conscientes de cómo los acontecimientos y las etapas de la vida pueden afectar a los hermanos: la llegada de un bebé, que un hijo siempre saque buenas notas, etc. porque este tipo de cosas pueden afectar al resto. «No es que no debas celebrarlo -puntualiza-, pero es posible que el hermano necesite un poco más de cariño. Y aunque es normal que adolescente quiera intimidad y que su hermano pequeño le deje solo, ambos pueden necesitar un poco de entrenamiento por parte de los padres para evitar herir sentimientos».
Celebrar los puntos fuertes
¿Has pensado qué es eso que mejor se le da a tu hijo? ¡Pues celébralo! «Cada niño tiene algo que se le da bien; celebre esos puntos fuertes y resístase a clasificarlos porque nunca se sabe cómo influirá en el futuro», asegura la pediatra.
Guiar a los hijos
Es fundamental que los progenitores animen a sus hijos a encontrar y seguir sus propios intereses. A cada uno le gustará una cosa y no tienen por qué coincidir.
Pasa tiempo con tus hijos
Practicar con ellos su deporte favorito, hacer juntos manualidades, etc. Es vital que los padres dediquen parte de su tiempo a hacer con sus hijos lo que a ellos les guste. «Cada niño debe sentir que es una prioridad y que tú tienes en cuenta y aprecias sus intereses».
Comunicación
«Si necesita pasar más tiempo con uno de sus hijos por un motivo concreto, ya sea por un problema médico o emocional, hable de ello con los hermanos. No dé por sentado que saben o entienden qué pasa», recuerda McCarthy.
Pasa tiempo en familia
Salir de excursión, ir a conocer nuevas ciudades, dar salida a los juegos de mesa familiares... Pasar tiempo de calidad en familia es vital y en esos momentos, todos deben sentirse valorados y escuchados.
Normas
«Establece normas básicas sobre el trato de los miembros de tu familia. Todo el mundo merece respeto y amabilidad. Está bien discrepar o incluso pelearse, pero no está bien ser mezquino. Cíñete a esas normas básicas y pon consecuencias si las rompes», aconseja.
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Ayuda profesional
Si ves que la situación entre los hermanos es insostenible, que no respectan las normas acordadas, etc. quizás sea el momento de pedir ayuda profesional. «A veces, una ayuda externa puede marcar la diferencia», recuerda la experta.
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