Los jóvenes tienen una visión más benévola del cannabis que del tabaco o del alcohol
El 56% cree que es necesario y conveniente afrontar un proceso de regulación, según un estudio del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de Fad Juventud
Cannabis: la droga que a tus hijos les parece legal y restan importancia
El cannabis es la droga ilegal más consumida
El cannabis sigue su proceso de normalización de facto: los jóvenes dicen conocer bien los riesgos derivados de su consumo —no los frivolizan o banalizan— pero los asumen por las motivaciones que les llevan a ello, por los usos que le dan y los beneficios que perciben al consumirlo y que tienen que ver fundamentalmente con la diversión, la curiosidad o la experiencia grupal.
Estas son algunas de las principales conclusiones del estudio «Representación social del cannabis 2022. Evolución desde la mirada diferencial de la población joven», realizada por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de Fad Juventud con el apoyo de la Delegación de Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. La investigación se ha realizado a través de un panel online a 634 jóvenes de 18 a 34 años, y a 382 personas entre 35 y 65 años.
La mejor expresión de las percepciones normalizadas de la sustancia se evidencia en que más de 7 de cada 10 jóvenes está de acuerdo (sumando acuerdos medios y altos en una escala de 0-10) con que el consumo frecuente de cannabis es menos perjudicial para la salud que el consumo frecuente de alcohol o de tabaco.
Los encuestados, también, consideran conveniente o necesario afrontar un proceso de regulación del uso terapéutico (55,9%) o incluso lúdico (34,6%), aunque opinan que -en el caso de que se suavizasen las normas de control- supondría que aumenten los problemas (41,4%) y los consumos: casi el 16% dice que lo probaría o lo consumiría más (18,3%).
Según los últimos datos de consumo en España entre población joven (ESTUDES, 2021), el cannabis es la droga ilegal más consumida: un 28,6% de estudiantes de 15 a 18 años lo ha consumido alguna vez; el 22,3% en el último año; y un 14,9% en el último mes. Si se considera a la totalidad del conjunto de estudiantes de 14 a 18 años de enseñanzas secundarias, los consumidores problemáticos de cannabis -con riesgos para la salud mental, para sus relaciones y/o dificultades para el aprendizaje, entre otras consecuencias- un 3,0% de dicha población.
«Hablamos de una sustancia que supone un problema real de salud pública y tenemos la responsabilidad de proteger a los menores frente a los continuos mensajes que normalizan sus efectos, especialmente a las personas que están en pleno desarrollo o en situación de vulnerabilidad», ha dicho la directora general de Fad Juventud, Beatriz Martín Padura, durante la presentación del estudio este miércoles.
Normalización, no banalización
Más de la mitad del colectivo (55,8%) cree que el riesgo general de consumir cannabis es bastante alto o muy alto, frente a un 32% que lo considera medio.
Sobre la probabilidad de que el consumo de cannabis produzca determinadas consecuencias, la mayoría puntúa por encima de 7 (bastante o muy probable) que se den los siguientes problemas: legales (lo indica el 65,3%), relacionales (60,4%), en el trabajo o estudios (57,6%), desarrollo de enfermedades mentales (54,1%) y/o trastornos de salud mental (53%).
Entre quienes consumen, de forma ocasional o habitual, los motivos pasan por lo social o por la necesidad de bienestar individual. El consumo experimental va más vinculado a la diversión (40%), al grupo (25%) a la curiosidad (25,7%) y a la moda (15%) y el consumo habitual a la relajación (38,6%), la evasión (33,5%) y el placer (19,1%).
Normas y control
Si en 2016 el porcentaje de jóvenes que creía necesario suavizar la normativa al respecto era del 24,2%, en 2022 asciende al 33,8%. Además un 10% en 2022 opina que deberían abolirse completamente (15% en 2016). Por contra, los que piensan que deben endurecerse han pasado del 23,1% (2016) al 27,7% (2022).
Acorde con estos datos, resulta congruente que una mayoría de jóvenes crea que es necesario y conveniente afrontar en España la regulación del uso terapéutico del cannabis, aunque no es tan tajante la opinión respecto a la regulación del uso lúdico. Una mayoría (55,9%) cree que es necesaria y conveniente la regulación del uso terapéutico, aunque casi el 30% cree que sería un error.
El apoyo a una posible regulación del consumo lúdico es inferior: aunque el 35% de jóvenes lo considera necesario, es mayoritaria la postura de quienes lo considerarían un error (45%) y es muy relevante el porcentaje de quienes dicen no tener una opinión formada (20%).
En este sentido, la directora general de la Fundación Fad Juventud ha recordado que «el cannabis es una droga que causa problemas de salud pública y también sociales para algunos consumidores».
Si las normas se suavizasen, la mayoría (51,7%) cree que aumentarían los consumos, en general. De hecho, un 41,4% cree que habría más problemas para los consumidores y un 42,3% que se generarían más inconvenientes sociales.
Prevención
Los jóvenes también han modificado su percepción sobre la prevención. En caso de legalizarse, un 36% considera que sería más difícil llevarla a cabo, frente a un 30% que cree que sería más fácil y un 27% que cree que sería igual.
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«Cualquier proceso regulatorio o suavización de las normas de control deben ir precedidas de un intenso trabajo de prevención. Sin ese trabajo previo nunca estaremos preparados como sociedad para afrontar ningún proceso de regulación«, ha subrayado Martín Padura.
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