Cuándo y cómo activar el PAF (Plan Anticrisis Familiar) en las cenas navideñas
Pautas de relación y comunicación para mejorar las reuniones familiares esta Navidad. Julio García Gómez, experto en relación social y comunicación de la Fundación Casaverde
Navidad, niños y alcohol: «No pongas un espumoso sin graduación en sus manos, ¿o le darías una cerveza tostada 0,0?»
![Los expertos recomiendan establecer unas pautas y recomendaciones para que las celebraciones transcurran lo mejor posible](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/familia/2024/12/23/comunicacion-R87hhOE0OP94Dej0b5XaqJP-1200x840@diario_abc.jpg)
Que si uno se pone pesado con la política, otro no duda en criticar al ausente, ¡o incluso al presente! Los encuentros familiares de estas fechas, donde se comparte mesa y mantel con familiares que no vemos hace mucho tiempo e, incluso, con determinados ... miembros cercanos de la familia, bien sean de sangre o políticos, etc... pueden transcurrir plácidamente o activar bombas de relojería.
Ahora que está en marcha la planificación de estas reuniones familiares en fechas clave del calendario como los próximos 24 y 25 de diciembre, 31 y 1 de enero y la celebración de Reyes Magos, puede ser el momento de establecer unas pautas y recomendaciones para que las celebraciones transcurran lo mejor posible.
Ante la eterna pregunta de cómo superar con éxito estas situaciones, salir airoso, e incluso disfrutar, el experto en relaciones sociales, comunicación y expresión de la Fundación Casaverde, Julio García Gómez, plantea un decálogo a modo de manual de cabecera para estas situaciones a veces complicadas en que la relación, la expresión y el lenguaje deben ser herramientas a nuestra disposición para conseguir superar alguna crisis y a la vez emocionalmente salir bien parado.
Este sería el manual de la Navidad en familia con 10 claves, entre las que destaca el PAF (Plan Anticrisis Famliar) para momentos delicados:
Planificar con tiempo
Hay que planificar con tiempo cómo se van a desarrollar los encuentros familiares, quién va a asistir y qué motivos elegimos para una conversación familiar fluida y entrañable. Se debe estudiar un «protocolo» para acertar quién se sienta al lado de otro, con quien comparte mesa y mantel, o si es en formato cóctel de pie, cómo se debe mover el anfitrión, donde estarán los niños, qué lugar ocuparán los mayores.
Evitar protagonismos
Se debe evitar, en la medida de lo posible, ser el mayor protagonista de la reunión familiar, no abusar de hablar en exceso de los logros, ni del sueldo de uno y de los demás. No hay que preguntar más de la cuenta y ser discreto. Se debe cuidar mucho el detalle, cómo me visto para no desentonar con el resto de miembros y cómo me expreso correctamente para mejorar esta situación relacional.
Prestar atención a toda la familia
En los encuentros familiares es fundamental prestar mucha atención a todos los miembros de la familia con los que compartimos nuestros tiempo y especialmente a los niños y a las personas mayores. Con los allegados, cuñadas y cuñados, yernos y nueras, hay que procurar una actitud muy proactiva y querer agradar. Nunca hablar de bienes materiales, no reprochar situaciones pasadas.
Evitar el conflicto y la crisis
Evitar el conflicto y la crisis que pueda surgir por situaciones del pasado. Y en el caso de que surgiera, poner en marcha un «Plan Anticrisis Familiar PAF» para que todo transcurra con mesura y prudencia. En esa estrategia del PAF, se debe designar un moderador de la conversación, que bien pudiera ser la mayor o el mayor de la familia. Ese portavoz o moderador sería perfectamente una de las abuelas o abuelos que con su sapiencia se encargue de poner orden en ese posible caos.
Comunicación con los niños
En la relación con los niños, la comunicación debe ser especialmente fluida y hay que prestarles la atención que merecen en estas celebraciones familiares. No debemos dejar que queden aislados en una mesa aparte sin compartir las situaciones festivas con los mayores, padres, hermanos, tíos y abuelos. Los menores merecen toda nuestra atención y afecto en estas circunstancias especiales.
Los mayores, también protagonistas
Nuestros mayores también serán protagonistas de nuestros encuentros ocupando un lugar preferente. Podemos aprovechar las fiestas para que muestren sus ideas y sentimientos, compartiendo con todos en la mesa sus vivencias de años pasados, sus navidades de otro tiempo, sus mejores momentos. Es un buen lugar para revisar el álbum de fotos familiar.
Escuchar, tan importante como hablar
Hay que hablar lo necesario, pero no extenderse más de lo preciso. No pisar las conversaciones de los demás, no gritar, no gesticular en exceso. Estos aspectos son enemigos de una buena comunicación en la relación de las personas en cualquier circunstancia, y por supuesto en las fiestas de Navidad. Tengamos en cuenta especialmente la conversación con los abuelos. Ellos a veces pueden necesitar un tono de voz más elevado por dificultad auditiva y debemos vocalizar bien.
No alargar en exceso estos encuentros
Alargar en exceso estos encuentros puede resultar negativo y resulta aburrido extender sin sentido la sobremesa. Si algunos familiares quieren seguir disfrutando con los demás, el resto tiene la obligación de saber practicar una retirada a tiempo para no desgastar la relación y caer en el tedio y apatía. Hay que estar presente lo justo y necesario.
No abusar de la comida
No abusar de la comida abundante y menos de la bebida. Nos podría pasar factura que se «suelte la luenga» y que luego haya una repercusión negativa en redes sociales si subimos fotos. Prestemos mucha atención a los momentos que captamos con la cámara, en qué actitud y postura del cuerpo nos mostramos, con quién y cómo.
Cuidar la intimidad de la familia
No importunar a los demás con la cámara del móvil, puede resultar incómoda o molesto que alguien se pase todo el tiempo intentando captar todos los momentos de la reunión. Hay que gente que no quiere fotos, y menos vídeos. Hay que cuidar la intimidad de nuestra familia.
MÁS INFORMACIÓN
- Más del 80% de los padres prioriza que los juguetes transmitan valores adecuados
- Por qué publicar tu vida privada es redes sociales no es una buena idea para ti ni para tus hijos
- «Los padres usan el móvil más que los hijos. Todos somos menores en el uso de pantallas»
- «Mi escuela de atletismo funciona tan bien porque tratamos a los niños como deportistas, no como discapacitados»
- Estos son los beneficios (insospechados) que conllevaría crear un Ministerio de Mayores
- 'De campamento con mis abuelos', la fórmula que beneficia a niños y mayores
Con todos estos aspectos del Decálogo/Manual podremos vivir nuevas experiencias de la relación social y familiar siempre, y especialmente en estos días de Navidad. El éxito de nuestros encuentros será visible a través de una comunicación directa y afectiva en la que todos disfrutemos y sea un buen momento para compartir.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete