Desde la dieta al chupete, todo lo que puedes hacer para librar a tus hijos de la ortodoncia
«Antes de los 6 años podemos corregir anomalías y evitar que el niño necesite aparato. Después será complicado», advierte la odontóloga Eider Unamuno en su libro «Cuida los dientes de tu hijo»
¿Cuándo le salen los dientes a los bebés?
![Desde la dieta al chupete, todo lo que puedes hacer para librar a tus hijos de la ortodoncia](https://s1.abcstatics.com/media/familia/2021/05/09/dentista-kuAH--1248x698@abc.jpg)
Los brackets vuelven a estar en tendencia. L a pandemia ha cambiado las preferencias de los pacientes en la elección de los aparatos dentales dando prioridad a las ortodoncias fijas frente a las técnicas invisibles que los especialistas han estado utilizando en los últimos tiempos. ... El uso de la mascarilla permite ocultar los aparatos fijados a los dientes en casi todas las situaciones, y los extraíbles, que deben quitarse para comer, presentan la necesidad de mantenerlos libres de virus cuando no están en la boca, lo que supone un riesgo añadido, especialmente en niños.
«De nuevo, los padres prefieren optar por los ‘brackets’ por seguridad frente al coronavirus, sobre pensando en que los niños los retiran para comer en el colegio y en la calle, con las manos sucias y en condiciones no higiénicas», explica Eider Unamuno, odontóloga especializada en Rehabilitación Neuro Oclusal y Posturología del centro de salud Gertu (Gipuzkoa) .
La salud y la estética son las dos motivaciones que pueden llevar a los padres a visitar al dentista. Es frecuente que los brackets respondan a un deseo estético que no tiene relación con la salud, y para ello «los odontólogos pondrán a disposición del paciente las técnicas que están en su mano buscando mejorar la apariencia de la dentadura». Sin embargo, «en la inmensa mayoría de los casos, el ortodoncista que recomienda una corrección a un niño es porque considera que su salud debe y puede mejorar», asegura Unamuno.
Aún así, solo uno de cada cuatro jóvenes españoles de entre 12 y 15 años lleva o ha llevado aparato de ortodoncia, aunque el 40% de ellos tienen una oclusión adecuada, y dos de cada diez una maloclusión severa. Pero la ortodoncia no es la única manera de resolver los problemas de los dientes en niños si se actúa a tiempo . «Antes de los 6 años podemos corregir anomalías y evitar que el niño necesite aparato. Después será complicado», advierte la especialista en su reciente libro «Cuida los dientes de tu hijo» .
«Sabemos de sobra lo que es saludable y lo que no, pero sobre lo que es bueno para no necesitar ortodoncia, no tenemos ni idea. Ese es el problema», afirma la especialista. Para solucionarlo, Unamuno presenta en su libro una guía cuya finalidad es ayudar a los padres a procurar el mejor desarrollo posible a sus hijos y a que crezcan sanos desde que son bebés, evitando así la necesidad de recurrir a aparatos de ortodoncia en el futuro.
Desde el momento en que erupciona el primer diente, Unamuno recomienda utilizar un cepillo adecuado a su edad. «No hay que olvidarse de levantar el labio superior del bebé para limpiar bien los incisivos, las caries también pueden comenzar en esa zona», apunta. A partir del nacimiento del primer diente, la especialista aboga porque los padres comiencen a lavar la dentadura de sus hijos, comenzando por el cepillado de los propios adultos, que mostrarán el procedimiento a modo de ejemplo, para dar paso a los niños, que los imitarán y se irán familiarizando así con el hábito.
Es importante dejar a los bebés que se arrastren, gateen y aprendan ellos solos a caminar sin darles la mano continuamente porque esto también tiene un efecto directo en el buen desarrollo de sus bocas. «Cuando interferimos en este proceso, algunos reflejos primitivos no se integran ni se forman los caminos neuronales necesarios para hacer movimientos voluntarios en etapas posteriores de la vida. Todo está relacionado en el cuerpo. La integración adecuada de algunos de estos reflejos asegurará una adecuada función de la lengua y del trigémino», relata la odontóloga.
Muestra de ello, el ejemplo de su propia hija, a la que pudo retirar el aparato para los dientes cuando descubrió que lo que necesitaba era modificar la pisada de uno de sus pies. «Colocando una plantilla solucionamos el problema», revela.
La alimentación es otro de los aspectos en los que Unamuno pone el foco para prevenir las caries y otras dolencias. En España, el 31% de los niños menores de 6 años tiene caries y el 75% de los menores de 3 años no ha ido al dentista, según revela la Sociedad Española de Odontopediatría (SEOP) , de ahí la necesidad de implicar a los padres en la higiene y la dieta de los pequeños.
Desde que los bebés tienen la capacidad de comer sólidos, lo mejor es optar por alimentos sanos, duros, secos y fibrosos, «de esta manera nos aseguraremos de proporcionar a nuestros hijos la gimnasia oral necesaria para que sus bocas crezcan sanas». Tanto en la infancia como en la edad adulta, las pautas generales a seguir son mantener una dieta saludable, rica y variada, evitar azúcares añadidos y consumir regularmente alimentos que aumentan la inmunidad de los dientes como la zanahoria, los huevos, los lácteos y las legumbres. Además, conviene priorizar las vitaminas A, D y K2, el calcio y el fósforo.
Unamuno expone en su libro casos reales vividos en su consulta relacionados con el uso del chupete y sus fatales consecuencias para el paladar, la importancia de asegurar una correcta respiración por la nariz, por qué le da «miedo» ver a niños que se chupan el dedo, cómo prolongar en exceso el uso de tetinas y purés para alimentar a los pequeños puede tener consecuencias fatales en el desarrollo, y por qué morder y masticar mal conlleva un crecimiento desequilibrado del cráneo y la cara.
Desde su punto de vista, «la prevención es mejor que cualquier tratamiento», y hace hincapié en la necesidad de adoptar hábitos saludables para el cuidado de los dientes desde antes incluso de que salga el primero. «En ninguna rama de la medicina se espera a que el problema sea mayor (a que la enfermedad sea más grave) para actuar», señala. Por ello, la odontóloga hace en su libro un repaso de todos los factores que influyen en la salud bucodental del menor, desde el parto, la lactancia y el sueño, hasta la respiración, los ritmos biológicos y la motricidad.
«Gracias a este recurso, las madres y padres sabrán cuándo se está torciendo el asunto y si necesitan ayuda profesional», explica la autora. La publicación resuelve además las inquietudes más frecuentes de los padres en relación con el uso de brackets, aporta trucos prácticos y propone ejercicios específicos que se pueden realizar en casa para mejorar la mordida.
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