«Una mujer no está biológicamente diseñada para llegar a los 40 sin embarazos»

Según la doctora Sara Fortuño, especializada en Ginecología y Obstetricia, «en las clínicas desconocíamos el impacto del envejecimiento en el sistema reproductivo porque nuestras madres se embarazaban jóvenes»

A partir de los 30 años comienza un declive suave en la fertilidad de la mujer y desde los 35-37 años se acentúa

Los expertos en la materia lo tienen claro: la mejor edad reproductiva de la mujer está en la década de los 20 años. En esta etapa el sistema reproductivo de la mujer está, por lo general, en condiciones óptimas. «Es decir, su reserva ovárica es ... abundante y los óvulos son de buena calidad —señala Sara Fortuño, doctora en Medicina y Cirugía especializada en Ginecología y Obstetricia y codirectora de Equipo Juana Crespo—. Pero, también los demás órganos reproductivos, como son las trompas y el útero, son jóvenes y funcionales».

¿A qué edad se hace más complicada la idea de ser madre para una mujer?

A partir de los 30 años comienza un declive todavía suave en la fertilidad de la mujer y es desde los 35-37 años cuando ese declive se acentúa. Una mujer con 20 años tiene una probabilidad de embarazo de un 25% cada mes, a los 30 años es de un 15%. A partir de los 35 años es del 8% y a los 40 años la probabilidad baja a un 4% cada mes.

¿Qué supone el envejecimiento de los ovarios y útero? ¿A cuál de estos órganos hay que prestar mayor atención? 

El envejecimiento afecta a la funcionalidad de ambos órganos. Hay que tener en cuenta que un embarazo es un descanso para el sistema reproductivo. Llegar a los 40 años sin embarazos supone que ovarios, úteros, trompas han estado trabajando sin interrupción mes tras mes y, la mujer no está biológicamente diseñada para tener tantas y tantas reglas.

En el caso de los ovarios, el envejecimiento afecta a los procesos biológicos y hormonales relacionados con la maduración del ovocito y de la ovulación.

En el útero, el envejecimiento afecta a los tejidos del endometrio, capa más interna del útero, llegando a comprometer el proceso de implantación embrionaria.

 

¿Es irreversible este envejecimiento? 

El problema con el que nos enfrentamos las clínicas de reproducción asistida es que desconocíamos el impacto del envejecimiento en el sistema reproductivo porque nuestras madres se embarazaban jóvenes. La ciencia está avanzando muy rápido pero todavía estamos aprendiendo de estos procesos y hay bastantes líneas de investigación abiertas en este campo.

En la actualidad no es posible revertir el envejecimiento; es decir, no existe un tratamiento que rejuvenezca los ovarios o el útero drásticamente. Lo que sí existen son tratamientos que ayudan a estos dos órganos (útero y ovarios) a que realicen sus funciones reproductivas aumentado la posibilidad de embarazo con óvulos propios en pacientes que, por edad, tienen muy pocas posibilidades.

¿De qué manera se pueden revitalizar estos órganos?

En EJC (Equipo Juana Crespo) hemos desarrollado el tratamiento Revitalize que consiste en incorporar células madre y PRGF a unos procedimientos muy personalizados para aumentar la respuesta de estos dos órganos y lograr el embarazo.

¿Es una técnica dolorosa? ¿Cómo le afecta a la mujer?

No, no es una técnica dolorosa. El PRGF se obtiene mediante una simple extracción de sangre. La aplicación de este se realiza por cirujanos en forma de instilación (totalmente indolora) o en microinyecciones muy localizadas en un proceso similar a la punción ovocitaria y bajo sedación.

La realización del tratamiento no tiene porque afectar en nada a la mujer. Se tarda de 15 a 20 minutos y la paciente a las pocas horas puede volver a su vida cotidiana.

En la mayoría de las ocasiones de endometrio, la aplicación del plasma vía quirúrgica se realiza si la paciente tiene prescrita una cirugía por otro motivo y siempre con cirugías no invasivas.

¿Cuál es el momento adecuado para revitalizar el aparato reproductivo de la mujer? 

Debe estar siempre prescrito por profesionales y forma parte de un tratamiento de reproducción asistida muy personalizado; es decir, no es independiente.

En general, el efecto del tratamiento dura unos 6 meses, sin embargo, los controles y la evolución de cada paciente indicará al profesional cuál es el mejor momento para realizar la punción ovocitaria o la transferencia embrionaria.

 

¿Son válidos para cualquier mujer?

Está indicado para aquellas mujeres cercanas a los 40 – 42 años que, antes de pasar a ovodonación, tienen posibilidades de embarazo con óvulos propios.

También en pacientes con úteros operados, patológicos, Síndrome de Asherman, en los que el crecimiento endometrial es muy escaso o nulo.

¿Cuáles son las verdaderas ventajas e inconvenientes?

La principal ventaja es que aumenta las posibilidades de embarazo con óvulos propios en mujeres que ya deberían pasar a un tratamiento con óvulos donados. Se consigue un endometrio de mejor calidad favoreciendo la implantación del embrión. No tiene ningún inconveniente ni contraindicación.

 

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