«Los alumnos no quieren un profe perfecto, solo a alguien que crea en ellos»
Luis Gutiérrez, mejor profesor de Primaria en los premios Educa Abanca, explica cómo logra sacar lo mejor de sus alumnos «hasta donde cada uno llegue»
Este docente confiesa que entra cada día con una sonrisa al aula para contagiársela a sus alumnos
Luis Gutiérrez, docente del Colegio Maristas San José (León), es el mejor profesor de Primaria según el último certamen de Educa Abanca. Su vocación como maestro queda totalmente patente de sus propias palabras: «Creo que tengo el mejor trabajo del mundo y me encanta. Soy feliz en el aula. Intento entrar siempre con una sonrisa en mi clase y trato de contagiársela a mis alumnos. Procuro hacerles actividades atractivas, divertidas y sorprendentes. Asimismo, trato de combinar metodologías tradicionales con metodologías activas y usar la tecnología. No obstante, mis mayores esfuerzos los destino a preocuparme mucho por ellos, por su trabajo y su esfuerzo, intentando sacar lo mejor que tienen, cada uno hasta donde llegue.
-¿Cuáles son las claves de un buen profesor de Primaria?
Un maestro de Primaria necesita tener mucha vocación, pero también estar bien formado, usar las TIC en su aula y poner mucha ilusión y ganas en su trabajo diario con «personitas». Sin olvidar que los docentes somos un ejemplo para los niños; es algo que nunca podemos dejar de lado.
Los alumnos no quieren un profe perfecto, solo quieren alguien que crea en ellos y saque lo mejor que tienen dentro. A la larga va a ser más importante cómo se sintieron aprendiendo que el aprendizaje en sí mismo.
-¿Qué metodologías de aprendizaje son las más eficaces?
Aquellas que se adaptan al alumno para sacar todo su potencial. Los docentes tenemos que conocer y trabajar muchas metodologías para saber cuál le viene mejor a cada alumno: cuantas más herramientas tengamos mejor saldrá nuestro trabajo.
En nuestro colegio mantenemos la tradición educativa, pero a la vez apostamos por la innovación y la mejora continua, sin lugar a dudas, la clave para que aprendan y estén motivados.
-¿Qué necesidades son las más acuciantes en la actualidad para esta etapa escolar?
Creo que la educación, sea en el momento que sea, tiene que llevarse a cabo con mucho cariño y motivación. En Primaria trabajamos con personas que están aprendiendo a vivir y formando sus personalidades. Me parece imprescindible combinar una educación en valores, que fomente la salud mental con la impartición de contenidos y técnicas mediante los que adquieran las capacidades necesarias para enfrentarse a la ESO.
Maristas San José es el cole donde yo estudié y el ideario del centro hace que sea el entorno perfecto para llevar a cabo mi docencia y mi desarrollo personal. La educación en valores, el uso de las metodologías activas y su reconocimiento en el entorno de las TIC hace que sea un lugar idóneo para trabajar y para educar a nuestros hijos.
-¿Qué es lo principal que deben saber los alumnos al finalizar esta etapa educativa?
Nuestro objetivo es desarrollar habilidades básicas (cálculo, ortografía, expresión escrita, oral…) para no tener problemas en las etapas superiores. Además, es imprescindible preparar alumnos capaces de adaptarse a los cambios, que respondan con solvencia a los retos de cada momento y que puedan anticiparse a los problemas futuros. Es muy importante que los alumnos se sientan implicados y parte de la sociedad para que así la cuiden y la respeten.
-No niega que para educar a niños hay que tener mucha paciencia, ¿cómo se trabaja y se consigue?
Tenemos que tener mucha mucha paciencia con nuestros alumnos, son 'material frágil'. En la actualidad, más que nunca, es imprescindible acompañar a los alumnos y ayudarlos a gestionar sus emociones y no es tarea fácil, requiere mucha paciencia por parte del docente. En nuestro colegio hay una hora semanal de Educación Emocional, algo que, sin duda, ayuda a los alumnos desde pequeños a identificar sus emociones y lidiar con ellas. A lo largo de la vida, todas las personas nos enfrentamos a retos y problemas, por lo que es muy importante facilitar herramientas para evitar la frustración y el desánimo ante cierto tipo de circunstancias, pues la salud mental es tan importante como la salud física.
La educación emocional, en mi opinión, debería estar presente siempre, en todas las aulas, tanto en la enseñanza de las materias como en otros momentos, como podría ser la hora de la comida o el recreo.
-Y con los padres, ¿en qué aspectos hay que tener paciencia?
Con los padres también tenemos que tener mucha paciencia. Tenemos que entender que los padres, al igual que la sociedad han cambiado mucho y tratan de educar a sus hijos en un mundo muy diferente al que se criaron ellos. Nos entregan su mayor tesoro, sus hijos, y ponen en nosotros una serie de expectativas.
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Las familias y los docentes debemos trabajar juntos para sacar lo mejor de cada uno de ellos. Yo no puedo quejarme de las familias que tengo. En la primera reunión de padres solo les pido una cosa: colaboración y apoyo, las decisiones que tomamos en el centro siempre son por su bien, aunque algunas no les gusten.
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