La madre que ha regalado un «Luisvui» a su hija abre el debate: premiar (o no) a los niños al acabar curso
Los expertos indican que estudiar es una responsabilidad ante la que tienen que responder los hijos y los padres deben preguntarse qué persiguen conseguir con un presente

Llega el fin de curso y con él, las notas y una costumbre que cada vez está más arraigada en nuestro entorno: hacer un regalo al niño que acaba sus estudios. Cierto es que media un mundo entre los padres que regalan un bolso de ... Luis Vuitton a la hija por acabar la Selectividad, un «Luisvui», tal y como lo han denominado en la red social de TikTok en los últimos días, y los que premian con un pequeño detalle, pero… ¿Es razonable regalar a un estudiante por algo que entra dentro de su obligación? Para Ana Asensio, psicóloga de Vidas en Positivo , «estudiar es una responsabilidad ante la que tienen que responder los niños, y el fin ideal es que la motivación más allá del resultado fuese el aprendizaje, el interés por investigar y la motivación de ir al centro escolar» pero, ¿es posible modificar esa motivación a través de un presente?.
En este sentido, explica Sheila Alcaraz, directora y psicóloga de Instituto Alcaraz, «si queremos que nuestro hijo mantenga la motivación en una meta, no deberíamos fijar un objetivo material , aunque si sabemos que algo le motiva, siempre podemos transformarlo en una consecuencia. No es lo mismo “si apruebas te compro un móvil”, que “veo que eres responsable con tus estudios, entonces entiendo que eres responsable para tener un móvil”, esto último es la consecuencia de su conducta, y su motivación y su enseñanza será ser responsable».
La cuestión es que, si optamos por regalar, « el objetivo sea siempre reforzar y valorar el esfuerzo realizado» , según la psicóloga Maribel Martínez, directora del Centro Terapia Breve y autora de «¿Cuántas veces te lo tengo que decir?» (Ed. Arpa). «Es decir, deberíamos ayudar a cada niño a superarse a sí mismo, en función de sus capacidades, en cada una de las asignaturas y valorarlas separadamente. Para un niño con dificultades de aprendizaje el esfuerzo puede ser aprobar y para otro, que es brillante en las lenguas, pero que le cuestan las matemáticas, puede ser un reto que las entienda y consiga una buena calificación. Cada niño es un mundo».
A favor del refuerzo positivo
Pero el refuerzo positivo, asegura la psicóloga Úrsula Perona, autora de Hijos de Alta Demanda , « forma parte de la vida . Cuando hacemos algo que es valorado positivamente por el entorno, a todos nos gusta obtener un 'premio', aunque este no necesariamente tiene que ser algo material. El reconocimiento, un elogio sincero, tiene muchas veces más valor que cualquier regalo. Decirle a nuestro hijo que nos sentimos orgullosos de él por el esfuerzo realizado en los estudios, reconocer el mérito extra que tiene teniendo en cuenta la situación de pandemia etc. es algo bonito y diría que hasta necesario».
De hecho, el mejor refuerzo positivo, concluye Maribel Martínez, « es el reconocimiento y felicitaciones de los progenitores. No hacen falta regalos materiales. Si además de las felicitaciones queremos hacer un regalo, hagamos el mejor del mundo: Tiempo de calidad (una actividad en familia, un juego especial, algo en definitiva que recordarán y recordaremos siempre».
Respecto a la madre que ha regalado un bolso Luis Vuitton a su hija tras acabar Selectividad, concluye Perona, «cada uno es libre de hacer lo que quiera. Otra cosa es que eso sea bueno para nuestros hijos. Personalmente considero importante inculcar otros valores, pero es algo muy subjetivo. Sería importante reflexionar sobre qué le aporta a esta niña tener un bolso Luis Vuitton, y qué busca potenciar la madre con este regalo. A veces, en el afán de hacer felices a nuestros padres hacemos cosas que no les hacen ningún bien».
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