Que la niñera hable inglés, un requisito que ya exigen cuatro de cada diez padres
Conocer la lengua de Shakespeare es una competencia clave para encontrar empleo y, según un estudio de un portal de búsqueda de canguro, también lo es para cuidar de hijos ajenos

Ser canguro ya no es tan fácil. Como requisitos imprescindibles no solo se pide tener maña con los niños, saber cambiar pañales o calentar el biberón a la temperatura adecuada. Ahora, el cuidado de hijos ajenos precisa también de un conocimiento medio del inglés. El idioma de Shakespeare se ha convertido en una competencia clave para encontrar un trabajo de au pair. Es la llamativa conclusión a la que llega el portal Yoopies.es , una web con más de 12.000 canguros registrados en España, a partir de un completo desglose de las demandas que recibe diariamente. De acuerdo con dicho estudio, más de cuatro de cada diez padres que buscan ayuda para encargarse de sus niños quieren un o una canguro bilingüe. En concreto, el 44,2% de los progenitores buscan un niñero o una niñera anglófona. No se cortan en pedirlo: exigen que, si puede ser, además de vestirlos, alimentarlos o cuidarlos, también les den sus primeras nociones del idioma extranjero.
Siempre según las cifras aportadas por dicho portal, durante el verano se multiplican, además, las demandas de niñeros para los turistas que arriban a nuestro país. De los 58 millones de familias foráneas que llegan por estas fechas a nuestras costas y rincones, muchas acaban necesitando un canguro que les apoye en las tareas domésticas y parentales durante las vacaciones. También ellos requieren nociones de inglés en el canguro que les toque, obviamente, compartidas entonces con lecciones básicas del país que los atrapa, en este caso, España.
Yoopies.es aprovecha para lanzar una plataforma en inglés con esas necesidades satisfechas, ya que «el inglés se ha vuelto una lengua imprescindible para encontrar un trabajo hoy en día», comenta Sergio Bellón, director internacional de este servicio de canguros casi a la carta, por lo que no se ha quedado a la zaga tampoco en un empleo tan determinante como el de institutriz.
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