El video viral para reutilizar los chalecos con un pañuelo y llevarlos en invierno
La influencer Erea Louro comparte un truco muy efectivo para darles una nueva vida
Trucos infalibles para hacer el cambio de armario con éxito
Los pañuelos son sin duda el accesorio estrella del invierno
No hay duda de que en la moda los ritmos han cambiado y, si antes una tendencia necesitaba de varios meses para surgir, desarrollarse y ser conocida, ahora los ritmos se han acelerado mucho más, especialmente desde que las redes sociales están a la orden del día. Plataformas como TikTok o Instagram se han convertido en un punto de referencia para encontrar ideas en prácticamente todo. En lo que respecta a la industria, también pueden ser una forma de inspiración para dar una nueva vida a las prendas del armario en un momento en el que se aboga por la circularidad textil y un consumo responsable de las prendas.
Precisamente por eso, el ingenio apremia, y más aún cuando se trata de aportar un toque original al look con el que diferenciarlo del resto sin tener que invertir en nuevas adquisiciones. Uno de los últimos ejemplos que se ha viralizado en redes viene de la mano de la influencer Erea Louro, muy dada a subir este tipo de videos con consejos de estilo. En este caso la prenda protagonista es un chaleco de sastre y un pañuelo, y tal y como enseña, en un abrir y cerrar de ojos lo transforma para poder lucirlo en invierno sin que el frío haga mella.
Ya se sabe que los chalecos de sastre para mujer conceden un toque de buen gusto para cualquier armario, ofreciendo un toque de elegancia y versatilidad tanto a looks de oficina pulidos hasta conjuntos casuales-chic. La variedad de estilos y materiales disponibles garantiza que haya uno para cada ocasión y estilo personal, que precisamente en este caso adquiere un estilo totalmente diferente en cuestión de segundos y que se explica a continuación.
El paso a paso
Tal y como indica Erea, lo primero que hace es doblar el pañuelo en dos e introducirlo por la parte del pecho.
A continuación, lo extiende sobre los hombros y deja que caiga sobre los brazos para envolverlos con las dos partes que surgen del pliegue inicial y anudarlas después en las muñecas.
Para terminar, se asegura de que todos los detalles estén impecables, quitando las arrugas y dejando las mangas abombadas, como si fueran abullonadas, logrando un contraste muy favorecedor con el corte más recto y entallado del chaleco.
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Una técnica que, aunque parece fácil, seguro que más de una necesitará de varios intentos para que quede perfecta.
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